El montañista Warner Rojas recibió una visita poco usual en su casa y tuvo que correr para salvar a sus gallinas.
Rojas vive en las partes altas de San Antonio de Escazú y contó que este jueves, a eso de las 4 de la tarde, su primo Jonathan y su esposa Cindy le pidieron ayuda, porque se encontraron una culebra, en el patio de su casa.
“Me llamó mi primo, que vive a la par de mi casa y estaba un poco asustado. Acá nos encontramos serpientes una o dos veces al año y por acá se asoman serpientes venenosas de las especies loras y corales, pero cuando la vi me di cuenta que era muy grande.
“Cuando me acerqué y vi su color me di cuenta de que era una bécquer, una especie que no es común ver por acá. Ellas andan en busca de animales, se comen gatos y por eso la saqué rápido, para que no se comiera mis gallinas”, contó.
Rojas tiene conocimientos en herpetología, la ciencia que estudia a los reptiles y por eso, supo cómo jugársela cuando vio a la culebra.
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“Era grande, medía cerca de 1.90 centímetros. Entonces la tomé con la mano, a uno 30 centímetros de la cola y me la llevé para una finca, en donde no hay animales ni personas y ahí la dejé para que siga su camino.
“Me suelo encontrar culebras dos veces al año, no le miento, había un cosquilleo cuando la sujeté, pero no es la primera vez que agarro a una serpiente. Un día, en la casa de una tía, que vive cerca apareció una coral, estaba metida en una pila y esa nos costó sacarla, pero la metimos en un balde y la llevamos a la misma finca”, destacó.