El cantautor e instrumentista limonense Wálter Gavitt Ferguson Byfield, conocido como el “Rey del calipso”, recibió un merecido reconocimiento tan solo unos días antes de morir.
El músico fue declarado como ciudadano de honor por la Asamblea Legislativa el pasado 22 de febrero y falleció este sábado 25.
Ferguson fue el máximo exponente de este género musical en el país y murió a los 103 años en Cahuita, hasta el momento se desconocen las causas de su muerte.
Con una votación unánime de 49 votos a favor, los congresistas le brindaron este reconocimiento, con lo que se convirtió en el primer afrodescendiente en ser declarado ciudadano de honor.
Él compuso un promedio de 150 calipsos en su vida y es debido a su gran trayectoria que la ministra de Cultura y Juventud, Nayuribe Guadamuz, emitió un comunicado.
“Wálter Ferguson fue una persona que, a lo largo de su vida, enalteció sus raíces y reivindicó el calipso limonense. Su valioso aporte cultural para Costa Rica es invaluable y será recordado como un hito en la historia musical del país”.
De acuerdo con Manuel Monestel, compositor, guitarrista, productor musical, investigador cultural y promotor del calipso, Ferguson fue uno de los grandes compositores populares de todos los tiempos, con una versatilidad y una productividad pocas veces vista en el país, con canciones directamente ligadas a la historia y la cultura de su gente.
Biografía
Ferguson nació en Guabito, Panamá, el 7 de mayo de 1919. Con tan solo dos años de edad, él y su familia se trasladaron al entonces pequeño pueblo de pescadores de Cahuita, en la provincia costarricense de Limón, en donde falleció.
Cultura señala que el limonense, desde edades tempranas, mostró un talento musical, con especial interés por el canto y la música.
“De manera autodidacta, aprendió a tocar la dulzaina, la armónica, el ukelele, la guitarra y el clarinete, su instrumento favorito. Además, inspirado por calypsonians mayores, como Mighty Sparrow y Papa Houdini, comenzó a escribir sus propias canciones y a asistir a desafíos de Calypso en la costa caribeña”, dice el comunicado que enviaron.
“Con el paso del tiempo, la música de Ferguson empezó a conocerse, incluso a nivel internacional, mediante casetes que él mismo grabó en una grabadora de voz que su hijo le había enviado desde los Estados Unidos, por lo que aquellas grabaciones viajaron por todo el mundo, con ediciones únicas de sus canciones”, recordó Cultura.
Grabaciones profesionales
Fue hasta 1982 que el trabajo musical del Rey del calipso se pudo grabar profesionalmente por el musicólogo estadounidense Michael Williams, quien produjo el álbum en acetato “Mr. Gavitt: Calypso of Costa Rica: Cocoa Plantation songs sung in English”.
LEA MÁS: Falleció el músico costarricense Wálter Ferguson
Unos años más tarde, en 1989, logró grabar su segundo álbum titulado “Calypsos del Caribe de Costa Rica”, el que también incluía una breve biografía de Ferguson, escrita por la historiadora Paula Palmer. Más adelante, en 2003, se realizó la producción “Babylon” y en 2004 llegó “Dr. Bombodee”, ambas con el sello de Papaya Music, las cuales se pueden escuchar en la plataforma de música Spotify.
Reconocimientos
El músico, a lo largo de su vida, fue ganador de múltiples galardones debido a su trayectoria musical. En 1992 resultó como ganador del Premio Nacional de Cultura Popular otorgado por el Ministerio de Cultura y Juventud.
En 2009, recibió el homenaje de la Asociación de Compositores y Autores Musicales de Costa Rica, por una vida dedicada a la composición de calipso y recibió el Premio “Reca” Mora.
En homenaje a él y a su honor se instituyó en 2013 el Festival Internacional Calipso, en Cahuita, un evento cultural donde se mezcla la cultura afrocostarricense con la música, la comida típica y la danza.
Como si todo eso fuera poco, en 2018 se le otorgó el Premio Nacional Patrimonio Cultural Inmaterial Emilia Prieto.
El 31 de julio de 2018, la Asamblea Legislativa de Costa Rica aprobó por la Ley N° 9612 que declaró el 7 de mayo como Día Nacional del Calipso, en honor a su natalicio. Además, declaró a don Wálter como ciudadano distinguido y padre del calipso y reconoció este género musical como costarricense herencia cultural intangible.