EscucharEste viernes 26 de enero regresaría a la normalidad el servicio de maternidad y Neonatología del hospital Calderón Guardia, según anunció el director del centro médico Taciano Lemos.
La inversión que tuvo que realizar la CCSS fue de 300 millones de colones y estuvieron trabajando 50 personas para tener todo listo antes de tiempo.
Entre las mejoras está la eliminación de unos azulejos que adornaban las paredes del departamento, el cambio de ventanas de celosía a ventanales sellados, pisos y cielorrasos, entre otras.
De este modo las mamitas del área de atención del hospital (Goicoechea, Montes de Oca, Cartago y Limón entre otros) que entren en labor de parto a partir de este día, podrán ser atendidas en el Calderón y no ser clasificadas según su condición a ver a cuál de los centros médicos de la red de apoyo ideada por la CCSS ante la emergencia.
La gerente médica de la Caja Costarricense de Seguro Social, María Eugenia Villalta, indicó que el sábado se entregaron las obras. Entre el domingo y lunes se lavaron las incubadoras y se prepararon las camas para que el martes los inspectores del Ministerio de Salud hicieran la inspección y les dieran el visto bueno para abrir nuevamente.
Se compraron 12 sillas especiales que les permiten a las embarazadas adoptar diversas posiciones, levantarse y caminar con mayor facilidad. Tales sillones se suman a las 37 camas nuevas adquiridas por el hospital como parte de su proceso de modernización.
El hospital Calderón Guardia atiende 30 partos diariamente.
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Muerte en estudio
De los seis bebitos que fallecieron en la Maternidad a inicios de diciembre del 2017, se detectó la presencia de la bacteria Serratia liquefaciens en cuatro de ellos, pero la autopsia indicó que las muertes ocurrieron porque los niños nacieron prematuros. Solo uno de los casos se está estudiando ampliamente, porque la causa de muerte sí se asocia con la infección.
La maternidad del Hospital Rafael Ángel Calderón Guardia estuvo cerrada desde el pasado 13 de diciembre, cuando se descubrió la presencia de una bacteria que ponía en riesgo la salud de los bebidos y sus madres.
Ante ello se redistribuyeron los partos en los de bajo riesgo en maternidad del Centro de Atención Integral en Salud de Desamparados. Los de alto riesgo se enviaron a los hospitales San Juan de Dios, de las Mujeres y México.
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