EscucharLos ticos que sueñan con vuelos más baratos tendrán que seguir esperando, porque la votación para resellar el proyecto de ley que bajaría los costos volvió a quedar en el aire martes. Por tercera vez, la Asamblea Legislativa pospuso la decisión, dejando en incertidumbre si la propuesta verá la luz o si quedará en el olvido.
El presidente Rodrigo Chaves, por su parte, seguirá con la incertidumbre de si recibirá un golpe político o si logrará salir bien librado de este enredo, en el que se ha convertido en el principal opositor de los vuelos baratos a otros países de Centroamérica.
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Esto ya trae cola, pues se suponía que el sello se iba a votar el 24 de febrero, pero ese día, por estrategia del Partido Liberal Progresista, proponente del proyecto de ley, se atrasó el proceso hasta que llegaran las 4 de la tarde y por reglamento ya a esa hora no se podía hacer el debate ni la votación.
Luego, en reunión de jefes de fracción se había definido como nueva fecha el 11 de marzo, pero antes de que llegara la fecha, en la siguiente reunión de jefes de fracción, se volvió a pasar la fecha para este 18 de marzo.
Esta vez cuando se estaba empezando el control político, la diputada Pilar Cisneros se enojó porque “le cambiaron el orden para hablar” y se armó un pleito que se extendió hasta después de las 4 p. m. y otra vez no se pudo empezar el proceso del resello.
Ahora habrá que esperar a la reunión de jefes de fracción del jueves para ver si definan una nueva fecha para la votación.
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¿Qué es un resello?
Cuando un proyecto de ley es aprobado en segundo debate en el plenario legislativo, como ocurrió con el de vuelos baratos, aún faltan dos pasos para que entre en vigencia: la aprobación del Poder Ejecutivo con la firma del presidente de la República y su publicación en La Gaceta.
La mayoría de veces los proyectos aprobados por el Congreso son firmados en cuestión de días por el presidente, y luego publicados, pero existe una figura constitucional que le permite al mandatario de turno “vetar” un texto, es decir, dejar constancia de que no está de acuerdo y no darle su firma. Hay vetos parciales y vetos totales.
Ya se sabía que el presidente no estaba de acuerdo con ese proyecto de ley porque dice que golpearía a Hacienda, ya que como los vuelos serían mucho más baratos, se recaudarían menos impuestos.
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Sin embargo, el diputado Eli Feinzaig, proponente de la iniciativa, dice que eso no es verdad, porque si se bajan los costos habrá más demanda y, por ende, más vuelos, eso permitiría recuperar lo que se deja de percibir por la rebaja.
Ahora bien, cuando se da un veto, eso no significa necesariamente que la ley queda muerta, pues es donde puede aparecer el resello.
Resellar es la potestad que tiene la Asamblea Legislativa de rechazar un veto presidencial y votar de nuevo un proyecto para convertirlo en ley, enviándolo a publicar en el diario oficial, de una vez.
Es algo así como aprobar la ley a la fuerza. Para ello se requiere en la votación mayoría calificada, es decir, es necesario el apoyo de al menos 38 congresistas, equivalentes a dos tercios del plenario.
