“Compré La Teja y cuando la estaba leyendo vi que estaban pidiendo voluntarios para limpiar el lago de La Sabana. Como venía el teléfono de una vez llamé y quedé reclutado. Yo amo La Sabana, me encanta el lago y no lo voy a dejar morir”.
Quien habla así es don Mario Campos Morales, un vecino de Escazú de 73 años con una energía envidiable y un gran amor por la naturaleza.
Lo conocimos este miércoles 6 de abril, cuando visitamos el lago de La Sabana; bueno, la parte donde va el lago cuando es invierno porque en verano es un desierto.
La visita fue porque hicieron la tercera jornada de limpieza del lago y don Mario no se la iba a perder por nada. Cuando llamó para apuntarse le dijeron que debía estar a las 9:30 a.m... y llegó a las 8 a.m. con muchas ganas de trabajar.
A la pura par de don Mario, y también sudando la gota gorda, estaba don Hugo Castro Cascante, vecino de barrio México y con 75 años.
“Soy josefino de toda la vida y me encanta La Sabana, por eso me no me gusta ver el lago seco. Siempre dije que si podía ayudar algún día en algo no lo pensaría dos veces, por eso estoy aquí aportando mi granito de arena”, comentó.
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Les preguntamos si no creían que esa labor les tocaba a los más carajillos y don Mario nos respondió: “Nos toca a todos y a mí no me da nada da pereza venir a ayudar si los carajillos no vienen. Para eso estamos los adultos mayores”.
Don Hugo agregó: “Tengo el tiempo, las ganas, las energías y un amor tremendo por el lago. No podía quedarme de brazos cruzados cuando estaban pidiendo manos que ayudaran. Me alegra ver jóvenes limpiando, pero me gustaría ver también más adultos mayores porque hay muchos como yo, que después de los 65 años todavía tenemos muchísimo que aportarle al país”.
Estos dos ciudadanos de oro puro fueron parte del grupo de más de 20 personas que temprano empezaron las labores de limpieza en La Sabana.
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Esta es una iniciativa que Ruta 27 empezó en marzo, cuando se sacaron alrededor de 250 bolsas entre basura, plásticos y lirios de agua.
Como el lago es grande, los trabajos de limpieza siguen en abril, así se dejará mejor preparado el suelo para la llegada de las lluvias, cuando el lago se llene de nuevo.
Este 6 de abril hubo 12 voluntarios de Ruta 27 y 9 de la organización MareBlu; además, claro, don Hugo y don Mario.
Llegaron a quitar monte y desechos que lanzan visitantes del parque; también arrancaron la cantidad excesiva de lirios que provocan que en el verano el agua se evapore más rápido.