Dicen que el amor es la mejor medicina y si ese sentimiento viene de un perro, eso está garantizado.

Que lo diga don Luis Murillo, un paciente que está internado en el hospital San Juan de Dios, quien sintió que la vida se le reinició cuando recibió la visita de unos peluditos muy especiales que llevan alegría y cariño a las personas que luchan contra enfermedades.

El adulto mayor tiene 73 años y llegó al centro médico por un padecimiento que trataron en Neurocirugía; sin embargo, durante su estadía en el hospital lo remitieron a la Unidad de Salud Mental porque presentaba una afectación en su estado de ánimo.

Yoselyn Abarca Jiménez, enfermera especialista en salud mental, explicó que el motivo principal por el que don Luis se sentía muy deprimido es porque extraña a Teo, su mascota y amigo más fiel.

En el seguimiento de su caso, surgió la iniciativa de tratarlo con terapia canina, ya que este tipo de tratamiento alternativo reduce los niveles de ansiedad y de estrés, ya que el acariciar a un animal se genera un sentimiento de tranquilidad y se consigue una estabilidad emocional.

“Con don Luis, muy particularmente, el día que nos presentamos en Neurocirugía con los perritos para su terapia, nos dijeron que no se quería levantar de la cama porque le dolían mucho los huesos y no deseaba nada, pero cuando le dije que traíamos a los perros pidió que le llevaran la silla de ruedas y le cambió totalmente la actitud.

“Se puso un gorrito, medias, los zapatos y salió de inmediato. Al encontrar a los perros de frente y verlos moviendo la colita, los abrazó inmediatamente y comenzó a notarse una estabilidad emocional, ese llanto de alegría. Los abrazó, les habló, los acarició y uno vio ese cambio positivo en él”, señaló la especialista.

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Puros y tiernos

Estas terapias tan especiales están a cargo de la Unidad de Salud Mental de la Dirección de Enfermería del hospital San Juan de Dios y acaban de comenzar con una segunda fase del proyecto de psicoterapia asistida con animales.

El año pasado se aplicó la terapia por primera vez en ese centro médico y resultó todo un éxito. Se trataron pacientes seleccionados con enfermedades cardíacas, cáncer, entre otras.

La sicóloga María Ester Flores asegura que, desde todo punto de vista, es muy positivo que las personas que están enfrentando una situación difícil en un hospital puedan tener contacto con animales.

“Los perritos en particular son como niños, tienen un alma pura, una mirada dulce, no hay ser humano que se resista a la ternura y al amor incondicional que una mascota logra dar, sobre todo los perros que son tan expresivos.

“En cualquier terapia el amor es fundamental, ya sea que venga de la familia, de la pareja o de un animal, todo sentimiento de amor sana. Si el paciente siente ese amor le va a regular el cortisol, la serotonina, las endorfinas, todos los químicos naturales que hay en el cuerpo.

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La especialista asegura que cuando las personas tienen las sustancias químicas del cuerpo reguladas y además hay un equilibrio en los pensamientos, a través de ese estímulo del amor del perrito, cualquier enfermedad se va a mejorar.

Además, dijo que en caso de que el paciente se sienta solo por estar lejos de su familia, el contacto con el animalito el ayudará a estar tranquilo y a sentirse querido por la compañía y la atención que le da.

“El tener contacto con un perro no solo ayuda a personas que tengan una complicación de salud por una enfermedad crónica, quienes están en la fase terminal de una enfermedad también pueden encontrar en un animal la paz que necesitan en sus últimos momentos”, aseguró la sicóloga.

Terapia eficaz

A pacientes en quimioterapia, hemodiálisis y en algunos salones de gineco-obstetricia también llevan a los peluditos.

Para Damaris Chavarría Fernández, jefa interina de la Unidad de Salud Mental del San Juan de Dios, este tipo de terapia es adecuada, oportuna y eficaz.

“El solo hecho del contacto con el animal es algo que genera paz y tranquilidad, y en muchos casos ayuda a evacuar o canalizar el estrés de manera positiva”, afirmó Chavarría.

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Este programa nació en el 2019, pero fue hasta el año pasado que se empezó a poner en práctica y busca consolidarse como parte del plan de atención en salud mental que se brinda a los pacientes del San Juan.

Está demostrado que la psicoterapia asistida con perros ayuda significativamente a reducir el dolor, la ansiedad, la depresión, la fatiga, el estrés, entre otros males. Además, son factores que favorecen el camino hacia la recuperación de las personas.

“El solo hecho del contacto con el animal es algo que genera paz y tranquilidad”.

—  Damaris Chavarría, jefa interina de la Unidad de Salud Mental