La seguridad que se montó en el aeropuerto Juan Santamaría, este martes, por la llegada al país del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, fue como ver un capítulo de la serie Alerta Aeropuerto, pero en el Juan Santamaría.
No faltó nadie, estaban al pie del cañón los bomberos del aeropuerto, oficiales de Tránsito (en motos y en carros), oficiales de Vigilancia Aérea, Fuerza Pública, la seguridad de la embajada de Estados Unidos en el país, la seguridad de Estados Unidos que venía con Blinken y hasta Penélope, una linda perrita de la cual solo nos dijeron el nombre por temas de seguridad, que se encargó de revisar cada maletín y persona para confirmar que nadie anduviera explosivos o haya estado cerca de pólvora.
A las 10 de la mañana se le dijo a la prensa que debía estar en el Santamaría, en Alajuela, para pasar los controles de seguridad y esperar hasta la 1:30 de la tarde a que llegara Blinken. Todo se hizo en perfecto orden y en estricta vigilancia, a como lo suelen hacer los gringos.
Hasta los dientes. Una vez que nos acomodaron en la zona para los periodistas, funcionarios de Vigilancia Aérea y al menos tres de seguridad estadounidense estuvieron acompañándonos en todo momento.
A las 10:59 a. m. nos dijeron que debíamos dejar todo lo que trajimos y permitir que Vigilancia Aérea de Estados Unidos revisara maletines, cámaras, computadoras, en fin, hasta los dientes nos revisaron.
Fue en esa revisión que apareció Penélope. La muy linda perrita paseó su narizota bien entrenada por toda la zona donde estaba la prensa y por dicha todo estaba puras tejas con la seguridad. No hubo nada extraño.
Eso sí, a los norteamericanos no se les va nada. De repente uno de los de seguridad se dio cuenta que había como una especie de bolsito alargado que tenía más de 20 minutos sin que nadie lo tocara y, entonces, sin pensarlo dos veces se volvieron a traer a Penélope para que oliera ese maletincillo abandonado.
Cuando la perrita estaba haciendo su trabajo, apareció un periodista del periódico digital “The tico times” quien dijo que era de él. Adentro tenía un trípode para cámara.
La gente de la embajada americana informó, a eso de las 11:30 a. m., que el vuelo se había adelantado, por lo que Blinken llegaría a las 12:35 mediodía. Como a las 12:26 tres unidades de bomberos del aeropuerto se acomodaron para estar cerca de donde iba a estar el avión.
De inmediato se acercaron los motorizados de Tránsito, los de Vigilancia Aérea y los oficiales de la Fuerza Pública, quienes estaban con armas de fuego bien pesadas.
Además se alistaron como 15 carros y tres microbuses y a las 12:41 p. m. el avión que venía de Estados Unidos tocó la pista del Juan Santamaría.
Entre la caravana de carros había dos muy parecidos y según nos confirmaron, blindados. En uno de esos se montó Blinken, quien no duró ni cinco minutos en el aeropuerto y salió soplado para Casa Presidencial, en Zapote, en medio del escandalón que iban haciendo las patrullas de Tránsito.
¿A qué vino?
Costa Rica es el primer país de América Latina en recibir a Blinken en la presente administración de Joe Biden, actual presidente.
Durante esta visita, además de visitar a Carlos Alvarado, presidente de la República, también tuvo encuentros con los ministros de relaciones exteriores de Centroamérica, República Dominicana y México.
Rodolfo Solano, ministro de Relaciones Exteriores, explicó la relación que tiene el país con Estados Unidos.
“Costa Rica es un socio cercano de los Estados Unidos, país con el que compartimos sólidos valores universales y profundos lazos históricos, en particular, sobre el respeto al estado de derecho, la democracia y los derechos humanos”, dijo Solano.
Ya en Zapote, a Blinken lo recibieron, además de Alvarado y Solano, los ministros de Seguridad, Michael Soto; de Ambiente, Andrea Meza; de Salud, Daniel Salas y de Comercio Exterior, Andrés Valenciano.
Tiquicia aprovechó a Blinken para fortalecer los intercambios comerciales con el país del norte, las inversiones, la cooperación, así como el turismo y seguirla pulseando para asegurar, en el menor tiempo posible, un mayor acceso a las vacunas contra el covid-19 y apoyar así una recuperación económica que genere empleos de calidad.
A las seis de la tarde de ayer, os cancilleres de los países miembros del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) y de México, hablaron con Blinken sobre migración, el fortalecimiento de la institucionalidad democrática y la lucha contra la corrupción y cooperación regional.