La pequeña iglesia de Katsi, en Talamanca, se prepara para celebrar este 2 de agosto a su venerada imagen de la Virgencita de los Ángeles, llamada Virgen de los Ángeles del Encuentro, una réplica hallada por un lugareño en el 2015.
Esta comunidad indígena de 40 familias católicas por lo general hace misa, procesión y visita comunidades aledañas que también tienen a la Negrita como patrona. Esto ocurriría los 5 de mayo, día en que ocurrió el hallazgo.
Para el día propiamente de la madrecita, este 2 de agosto, también tenían planeadas actividades, pero la pandemia del covid-19 todo lo ha reducido y la Iglesia ordenó no hacer ningún tipo de procesión o actividad masiva para respetar las órdenes del Ministerio de Salud.
“Han llegado muy pocas personas a las celebraciones eucarísticas. Aquí siempre llegaban las familias completas. Pero muchos me han dicho que no han vuelto porque no tienen con quién dejar a los niños. Los adultos mayores, que les gusta mucho, tampoco pueden ir. Entonces lo que queda es una minoría, con costos llegan unas cinco o seis familias, y a los que quedan les cuesta conseguir aquí una mascarilla”, comentó Eufemio Vargas, catequista de la zona.
Este domingo, como son cantón amarillo, harán apenas una misa, aprovechando de son de las pocas iglesias de la zona que pueden abrir porque cuentan con una puerta principal y dos laterales.
“Desde el hallazgo, ha venido gente de Panamá, de Guatemala, de México. La comunidad dio un giro, ha sido una cosa muy bonita. Cuando teníamos misa los sábados, llegamos una hora antes para hacer un santo rosario, ha crecido mucho la devoción”, agregó don Eufemio, quien destacó que la llaman Virgen del Encuentro porque ese fue el sentimiento que afloró en el corazón de la persona que la encontró enterrada.
El obispo de Limón, Javier Román, considera que en la palabra de Dios viene la respuesta de por qué este tipo de hallazgos se presentan a personas indígenas.
“Dice la palabra del Señor en el evangelio ‘te doy gracias porque has revelado esas cosas a la gente sencilla'. El Señor se manifiesta a esas personas, tanto aquí a un indígena como en Cartago a una mulata, gente sencilla de corazón que puede comprender lo que Dios quiere en sus vidas”, aseguró monseñor.
El vocero de la Iglesia católica en Limón sostuvo que en los pueblos indígenas hay presentes de todas creencias, católicas y no.
“El trabajo que hicieron los padres Bernardo y Bernardito en esta zona por mucho tiempo ha dejado su huella, su semilla, que ahora comienza a germinar. Viven su fe muy arraigada”, aseguro Román.
En una construcción
Fue el 5 de mayo del 2015 cuando el indígena José Luis Pereira Morales, quien trabajaba en la construcción de un drenaje en la casa, se sorprendió al descubrir una imagen de piedra con la forma de una mujer con un niño en brazos que de inmediato asociaron con la Virgen María. Estaba enterrada a poco más de un metro de profundidad.
La iglesia ha manejado este hecho como un hallazgo y no una aparición, pues esta última conlleva una acción trascendente y divina.
Según dio a conocer el Eco Católico sobre la posible historia, los negros y los mulatos libres eran comúnmente contratados por los españoles durante la época colonial para que acompañaran a los misioneros que iban a Talamanca por los peligros que podían encontrar en aquellos lugares.
Los negros y los mulatos libres poseían imágenes de su patrona, la Virgen de los Ángeles, de ahí que existe una alta posibilidad de que ellos la hayan llevado hasta donde fue hallada esta réplica, porque se acostumbraba que en las misiones militares se llevara una imagen peregrina de compañía y protección.
Incluso, el Eco reseña que el sitio en el que fue hallada se identifica como el lugar donde una vez estuvo un fuerte militar.