Los funcionarios del Ministerio de Educación Pública (MEP) están con el pelo parado de ver el montón de pleitos que se han dado en centros educativos en los últimos días.
En redes sociales se ven muchísimos videos de niños y jóvenes dándose de golpes hasta con los uniformes puestos. Es más, el otro día dos estudiantes se dieron de puñaladas en Limón y eso pone a pensar a las autoridades que en cualquier momento la situación podría pasar a convertisre en una desgracia.
El MEP informó que en lo que va del año han atendido 380 peleas en escuelas y colegios y 142 casos de bullying. ¡Son cifras alarmantes!
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Para que se haga una idea de lo mal que andamos, durante todo el 2019 se reportaron 105 situaciones de violencia; en el 2020, cuando los niños y los jóvenes fueron solo unos días a clases presenciales, se dieron 13 y en el 2021, cuando el curso lectivo fue combinado entre la virtualidad y la presencialidad, se reportaron 27.
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Rocío Solís, sicóloga y viceministra académica de la institución, dice que están haciendo un análisis profundo de la situación para determinar el porqué de los encuentros violentos.
“Estamos revisando todo lo que es el programa Convivir, los protocolos de atención, la línea ‘Aquí estoy’, todo lo que es la parte de orientación. También estamos reforzando los programas que están establecidos, la resolución de los conflictos; porque cuando vemos estos casos entendemos que los chicos no saben resolver los conflictos como tal porque vienen con un aprendizaje de sus casas y lo replican en los centros educativos”, dijo Solís.
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“Es bien sabido que la violencia ha permeado nuestros muros estudiantiles y debemos de seguir en esta lucha constante. Le pedimos ayuda a los docentes para que cuando vean a algún estudiante que tiene alguna situación específica, que por favor lo recomienden a la parte de orientación para que ellos lo atiendan y lo ayuden”, agregó.
La funcionaria hace también un llamado a los papás para que conversen con sus muchachos y sean una guía para ellos en el tema de resolver conflictos, que aprendan en casa que cuando hay un desacuerdo el diálogo debe ser el camino a tomar y no los golpes o las agresiones.