(Videos) Usuaria: “A los buses de por mi casa les suena todo menos el pito”

Doña Carmen Retana no ve con agrado la iniciativa del Gobierno de alargar la vida útil de los buses por una única vez hasta que cumplan 17 años. Actualmente el límite para circular es de 15 años.

Ella dice que ya hay muchos buses en mal estado, por lo que lo mejor es que los sustituyan con unidades nuevas lo antes posible.

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“Los buses que yo uso están muy malos, muy deteriorados por tanto uso. A los buses de por mi casa (Hatillo 6) les suena todo, menos el pito. ¡Es que ya 15 años es demasiado para un bus que se usa todo el día, todos los días! Están muy gastados, más bien la vida útil debería ser menor... Eso de que estén pensando en alargarla no creo que sea conveniente.

“Ahora bien, también es importante que a los empresarios de buses les exijan el mantenimiento adecuado, porque a veces se sube uno a un bus que por fuera no se ve mal y ya cuando arranca parece que se quiere desarmar”, relató la señora.

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Ingrid Alvarado es usuaria de los buses de Alajuelita y tampoco ve bien el cambio que pretende hacer el Gobierno.

“Algunos buses ya están muy desgastados y hasta vibran cuando andan en la calle. Es cierto que no son todos, pero si alargan la vida útil de los buses ahí sí es cierto que sufriríamos más los usuarios”.

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La Comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Legislativa aprobó el 27 de septiembre anterior un dictamen para extender la antigüedad de los buses pasando del tope actual de 15 años a uno de 20 años. Sin embargo, esta semana el Gobierno acató la recomendación del ministro de Obras Públicas y Transportes, Luis Amador, quien dijo que la extensión sería hasta los 17 años.

Roxana Aymerich, vecina de Hatillo, dice que las autoridades deberían más bien socar a los autobuseros en lugar de aflojarles.

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“El mantenimiento que tienen muchos buses es pésimo, algunos suenan como un catre viejo cuando andan en la calle. Si los buses están en buenas condiciones, está bien que circulen, pero muchos no lo están y ahí siguen. Mi mamá está en silla de ruedas y a estas alturas todavía hay buses que ni tienen rampa o no les sirve, pareciera que eso nadie lo controla, cuando la saco de la casa tengo que pagar taxi o colectivos para movilizarla”, contó.

La Defensoría de los Habitantes también se opone a que alarguen la vida útil de los buses, ya que asegura que eso pospondría también el plazo dado a los autobuseros como límite para adaptar sus unidades con rampas para transportar personas con discapacidad.

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En el 2006, cuando se cumplieron los 10 años de la promulgación de la Ley N° 7600, se contaba con muy pocas unidades de ruta de transporte público accesibles, es decir, con rampa, por lo que se amplió el plazo con que contaban las empresas de transporte público para adaptar sus unidades. De tal manera que se dispuso que no podrían circular autobuses después de transcurridos los 15 años de fabricación.