Un submarino del ejército nazi mató a 23 limonenses y a un estadounidense que estaban en un barco mercantil en Costa Rica hace 79 años y el historiador limonense Axel Alvarado lucha porque ese trágico hecho nunca se hunda en el olvido.
Este viernes 2 de julio se cumplió un aniversario más de ese lamentable suceso ocurrido en 1942 en el Caribe del país, por lo que se realizó un sencillo pero emotivo homenaje con familiares de algunas de las víctimas.
El acto se realizó a las 7:30 p. m. en las instalaciones de Japdeva y ahí estuvieron doña Sandra Sinclair y su sobrino Sander Sinclair, nieta y sobrino nieto, respectivamente, de Ernest Sinclair, una de las víctimas mortales.
“Es muy bonito el esfuerzo que está haciendo don Axel (Alvarado) para recordar a nuestras familias. Mi abuela no hablaba mucho de lo ocurrido, solo sabíamos que él (don Ernest) era muellero”, contó doña Sandra.
Ella dirigió unas palabras en nombre de todos los caídos en la tragedia y recordó que su abuelo, don Ernest, fundó la que se considera una de las primeras funerarias de Limón, pues por sus conocimientos de ebanistería hacía los ataúdes y a veces ni le pagaban por ellos.
En la actividad también estuvo presente el doctor Javier Walter Brown, nieto de Gerard Brown McDaniel, otro de los fallecidos en aquel entonces.
Otros asistentes fueron Francisco, Abel y Sonia Grant, los hijos, y Stephanie y Michael Grant, nietas de don Sandy Grant White, uno de los cuatro limonenses a los que les correspondió llevar el San Pablo al muelle de Pensacola, en Estados Unidos, donde se reparó y fue usado como experimento para hundir barcos enemigos en la II Guerra mundial, pero esta acabó antes de ponerlo en práctica.
Gran lucha
Alvarado lleva 12 años de su vida investigando cómo ocurrieron los hechos que golpearon no solo la vida de las familias que perdieron a un ser querido, sino también la de otros limonenses que dependían de los negocios de los extranjeros (alemanes, italianos y japoneses) a los que apresaron y expulsaron del país como represalia de lo ocurrido.
La curiosidad de él se dio porque antes se desconocía si al barco realmente lo había hundido un submarino nazi o si simplemente la explosión se trató de una maniobra del gobierno del Dr. Calderón Guardia para justificar la persecución de sus enemigos políticos.
Sin embargo, la bitácora escrita por Albrech Achilles, capitán alemán del submarino nazi, aclaró la duda que durante muchos años flotó en la historia del país.
“El San Pablo era el único barco que se encontraba en el muelle en labores de descarga y con una iluminación perfecta”, dice en la bitácora, que está escrita en alemán.
Pero, ¿qué hacía un submarino nazi en Costa Rica y por qué atacó a un inofensivo barco costarricense?
En diciembre de 1941 el Gobierno de Costa Rica le declaró la guerra al eje integrado por Alemania, Italia y Japón, así que desde el punto de vista militar el ataque, que ocurrió siete meses más tarde, se dio como resultado de esa declaratoria.
El 2 de julio de 1942, a las 8:01 de la noche, el primer torpedo fue lanzado desde el submarino nazi U-161 e impactó la embarcación que estaba atracada en el muelle nacional, hoy conocido como muelle Alemán, en el puro centro de Limón.
Un minuto más tarde se lanzó el segundo torpedo, para que no quedaran dudas del poderío del ejército alemán.
En ese momento los trabajadores del pequeño e inofensivo barco San Pablo estaban descargando los sacos de harina, rollos de papel periódico y tela caqui que traían para comercializar en Limón y en el resto de Tiquicia.
Los disparos se hicieron desde una distancia de 1.650 metros, aproximadamente desde la parte trasera de la famosa isla Uvita, a la que llegó Cristóbal Colón a nuestro país unos 440 años antes.
Los 23 limonenses y el estadounidense a los que les arrebataron la vida estaban en la bodega, en la parte baja de la embarcación y tras los impactos en la proa, quedaron atrapados y no pudieron salir.
Los 24 cuerpos fueron rescatados 15 días después porque tuvieron que dinamitar el barco para poder liberarlos.
Como detalle curioso, Alvarado dice que para la época fue muy común ver a muchas personas usando pantalones largos y cortos caqui que se hicieron con la tela que cayó al mar durante la tragedia y que lograron rescatar.
Los 24
Acá está la lista completa de las 24 personas que perdieron la vida en el trágico percance.
Antonio Mora Chavez (39 años), Miguel Méndez Vargas (67), Samuel Jones De Cushine (32), Leslie Herman Clarke Wright (41), Gerard Brown McDaniel (44), William Lapsley Martin (50), Ernest Sinclair Wade (57), Alfonso Notice Williams (31), Thomas Evans (30), Alfredo Colville Lunan (59), Clifford Powell Smith (45), Gonzalo Quesada Quesada (54), Albert Hay Carr (24), Edwin Diamond Lafuente (56), Edwin Charles Lewis Pinckney (24), Carlos Pearson Sawyers (27), David Banton Mullins (49), Félix Sebe Lewis (34), Augusto Holmes Mathew (49), Stanford Morris Sewell (30), Jacob Robinson Greenage (61), Egbert Henry Gordon (24), Percibal Heslop Saunders y Clem Burns ambos de 47 años de edad, este último de nacionalidad estadounidense.
LEA MÁS: Limonense busca mantener a flote la triste historia del barco San Pablo