Muchos papás les compraron consolas de videojuegos a sus hijos para estar tranquilos porque "en la casa están más seguros".
Sin embargo, eso cambió desde que todos los juegos están conectados en línea porque si un adulto está expuesto a cientos de peligros en Internet, imagínese un niño.
Por eso Denise Giusto, experta en seguridad informática de Eset, empresa especializada en seguridad informática, le da los siguientes bolados a los tatas para que estén ojo al Cristo.
Los peligros pueden ser robo de información de tarjetas con las que pagan los juegos, el ciberacoso o hasta estar expuestos a una violación o a un asesinato, en el peor de los casos.
“Hay dos tipos de riesgos, el primero es que quizás no tienen los valores necesarios para identificar cuando le quieren robar la información delicada y el riesgo de ser contactados por pederastas que les pidan videos o fotos íntimas, o incluso los citen en algún lugar para violarlos”, explicó Giusto.
Otro peligro es el ciberbullying, al que se expone el menor las 24 horas por estar conectado todo el día.
“El acoso siempre estuvo presente en las escuelas y colegios. Es una relación de poder entre niños y antes se limitaba al tiempo que estaba en el centro educativo y ahora no hay descanso”, enfatizó la experta.
¿Cómo protegerlos?. Mantenga una comunicación abierta con el niño para que le cuente cuando esté sufriendo alguna de estas situaciones y así la frenen en seco.
“Nunca deben prohibirle al niño que tenga una red social o juegue en línea, si el niño quiere, encontrará la forma de lograrlo a escondidas.
"Lo que deben hacer es comprender los riesgos porque es común oír a los padres decir que sus hijos saben más de tecnología que ellos, pero la verdad es que el niño sabe usar el celular, pero no tiene la madurez necesaria para entender cuáles son los peligros que lo acechan”, dijo Giusto.
Dígale a su hijo que no comparta información privada en sus redes sociales a todo mundo, que no publiquen dónde están, con quién, ni que tampoco tenga abierto el GPS porque sino alguien lo podría rastrear.
Que no acepten invitaciones de amistad de personas desconocidas y que si tiene dudas, que le pregunte a usted.
No lo regañe
Muy importante es que si ya el niño cometió el error de compartir información que no debía, no lo regañe porque provocará que la próxima vez que tenga un problema no le cuente y puede ser algo más grave.
“Hábleles desde pequeños sobre los riesgos que pueden hallar en Internet para que los identifiquen y prevengan tempranamente”, insistió la experta.
Mejor prevenir. Enséñeles a tener una contraseña segura y no compartirla con nadie y a habilitar el segundo factor de autentificación de ingreso, que consiste en que la consola le avise mediante un mensaje, cuando alguien más se conecte a su usuario.
Con niños pequeños lo mejor es que tengan la compu o la consola en la que juegan en la sala o en algún lugar a la vista para poder cerciorarse con quién está jugado y qué habla en los chats en línea.
También adviértale a sus niños a desconfiar de correos o mensajes que les lleguen a través de sus direcciones de correo y redes sociales, en las que les piden que entre a un enlace o descargue un archivo adjunto.
Dígale que tampoco descargue cualquier aplicación porque aunque sea de una tienda oficial como App Store o Google Play, hay ciberdelincuentes que burlan los controles y pueden esconder un virus espía en ellas.