Los trameros de los mercados Central, Borbón, Registro, Mayoreo, Artesanías y los de la calle 8, todos ubicados en el corazón de San José, regalaron este miércoles una parte de sus productos, los cuales serán donados a diferentes obras de caridad.
Esta tradición es conocida como la "Ofrenda del Huerto" y se lleva a cabo todos los Miércoles Santos en la catedral metropolitana y en otras iglesias.
Entre los productos que llevaron los vendedores al templo josefino había tomates, yucas, cebollas, chiles, papas, papayas, sandías, arroz, camotes, aceite, bananos, chayotes, entre otros.
También ofrecieron productos como carnes y pollos, que no estaban en el huerto, ubicado en el parque Central, al frente de la catedral, porque se podían poner malos, entonces funcionarios de la Municipalidad de San José los recogerían luego.
Las verduras y frutas fueron bendecidas por monseñor Daniel Blanco, obispo auxiliar de San José, y serán repartidos este mismo miércoles.
En el acto hubo una pequeña oración y una cimarrona fue la encargada de poner la nota de folclore y alegría.
Los lugares beneficiados con la comidita son: Hogar de la Esperanza, Salvando al Alcohólico, Obras de Misericordia, Hogar San Pedro Claver, Oblatas de Divino Amor y el Centro San Martín de Porras.
Gerardo Valverde, del mercado de Mayoreo, dijo que su ofrenda la hace con el fin de devolver un poquito de lo mucho que Dios le da.
"Todos los días le doy gracias a Dios porque siento que más bien recibo más de los que merezco. Además, se siente muy bonito contribuir con algo para los más necesitados", dijo.
Jorge Villalobos, de la muni josefina, explicó que hace más de diez años quisieron traer una tradición propia del campo a San José y el resultado ha sido muy exitoso.
"Es una oportunidad para recoger ofrendas de beneficencia para hogares que atienden indigentes, personas con enfermedades terminales, alcohólicos, en fin, es una obra de bien social", aseguró.
Una de las novedades fue la participación, por primera vez, de los trabajadores del mercado de Artesanías, quienes llegaron tarde al acto, pero luego se arrollaron las mangas para cargar los productos.
Juan Rodríguez, uno de esos trameros, dijo que se les hizo difícil llegar a tiempo porque muchos todavía se están acomodando en los locales, además, aseguró que esta primera ofrenda la hacen en agradecimiento por el edificio que están estrenando.
"Son buenas instalaciones y queremos seguir participando. Ha sido una semana muy exitosa", aseguró.