Bianca Arce, de 9 años, solo necesita escuchar a su maestra hablar para aprenderse la materia.
Cuando la profe empieza a reforzar los conceptos o a repetir al resto de la clase, ella empieza a distraerse porque se aburre, no por vaguilla, sino porque es una niña superdotada.
En Costa Rica, contándola a ella, hay 33 jóvenes que son superdotados y pertenecen a la Unidad de Alta Dotación del MEP.
Los papás de Bianca saben lo que tienen, por eso no hacen mucho drama cuando les llegaban recados con quejas de las profesoras.
“Creen que no pone atención, pero ya lo aprendió con oírlo. Si le preguntaran, ella diría todo”, dijo el papá de Bianca, don Daniel Arce, vecino de Quepos.
Don Daniel le leía libros en las noches cuando tenía cuatro años y mientras ella se quedaba dormida, o al otro día, ella se los repetía.
Además, la niña tiene un talento: la oratoria. “Usted la oye y se enamora”, dice Alexander Murillo, jefe de la Unidad de Alta Dotación del MEP.
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A autoridades de la escuela cristiana El Puente, en Quepos, les pasó. La oyeron en una actividad y fueron por ella.
"Queremos que estudie en nuestras instalaciones”, dijeron y sus papás aceptaron gustosos. A Bianca le dieron beca por lo que la familia, de condición muy humilde, ahora tiene a una estudiante en una escuela privada.
Ella llega a su casa a estudiar, pero no lo que vieron ese día en clase, sino información en Internet o a leer libros de otras cosas.
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Sensibles y ayudan
Murillo dijo que los genios como Bianca son colaboradores con otros niños y altamente sensibles al dolor, más que todo al maltrato de la naturaleza.
Pero no todos los que son referidos son superdotados. En el MEP pretenden que sean niños integrales, es decir, que puedan desarrollar otras capacidades.
“Hay niños muy buenos en matemáticas, que son geniales, pero resulta que no les gusta relacionarse con los demás, o no muestran ningún interés en algún talento. A esos les decimos que no, porque queremos jóvenes integrales”, dijo.
A esos genios, el MEP los deja en el grado de escuela o colegio en el que están, pero les da más materia para que sigan creciendo a la par de los demás niños.
Es decir, les dan las herramientas para que se desarrollen, como lo pide la ley 8889, que es la responsable de que se promueva la alta dotación.
Este jueves, 16 jóvenes de los 33 superdotados presentaron un proyecto a profesores, padres y autoridades del MEP sobre un curso que recibieron y que se llamaba “Sembrando vida en el espacio”.
En sus presentaciones, los jóvenes usaron sus conocimientos para saber cómo serían los seres que habitan en otros planetas o exoplanetas.