El tico raja mucho con el pura vida y el tuanis, por ser palabras muy nuestras, pero a diario se les olvidan un montononón más que son igual o hasta más ticas que esas.
Se dice que el pura vida no habría nacido en Tiquicia, sino de una película mexicana y el tuanis era de un general salvadoreño de apellido Malespín, mientras que el otro montón de palabras que sí son creadas por nuestros mismos campesinos mueren en el olvido.
Lo peor de todo es que el argumento de muchos puede ser porque las consideren polas, confundiendo lo criollo con polada.
El alfabeto costarricense, según el escritor Alfonso Chase, premio Magón 1999, es uno de los más ricos del mundo, pero que cada vez se va perdiendo por el olvido de todos.
"Nosotros tenemos un lenguaje muy adelantado, porque el lenguaje de Costa Rica no fue calcado del costumbrismo, sino que fue hecho por el mismo costarricense, porque somos campesinos", explicó Chase.
Para el escritor, perder tantas palabras criollas, como por ejemplo: acuantá (hace un momento) es perder parte de nuestra identidad como costarricenses.
O por ejemplo, porque dejamos de decir a charita (que lástima), o la cosa está fututa, que es lo mismo que decir la cosa está difícil.
Pero, además de que la gente considere estos costarriqueñismos como polos, otra de las razones por las que la se han dejado de usar estas palabras es por la influencia de los medios de comunicación y de las redes sociales, ya que en ninguno de ellos se le habla a la gente como anteriormente hablaba el tico.
"El lenguaje se volvió televisivo, el lenguaje se hace todos los días, por la gran influencia de los medios de comunicación", añadió Chase, quien dijo que La Teja es uno de los pocos medios que aún trata de hablarle a la gente con costarriqueñismos.
Según el escritor, otro aspecto puede ser porque la gente cree que entre mayor grado académico vaya teniendo, menos palabras así debería utilizar, porque se puede ver menos profesional.
"Eso no es ser malcriado, sino que el hablar así es una manera de mantener vivo el lenguaje", añadió el escritor.
Sin embargo, los que tienen esa gran deuda con este lenguaje son la mayoría de los llamados milenians (personas nacidas del año 1985 al 1994), ya que los adultos mayores sí saben un poco más de estas palabras, aunque tampoco las usen mucho.
Algunas otras palabras no es que se olvidan, sino que van evolucionando.
"Evolucionan en la Gran Área Metropolitana por el número de lenguajes que nos podemos topar ahí, por ejemplo, en la Merced se mezcla lo nica con lo tico y muchas palabras van sufriendo cambios", dijo don Alfonso Chase.
Aunque los costarriqueñismos sean gacejos (agradables y simpáticos), nunca terminaríamos si los mencionáramos todos aquí, por lo que les dejamos algunos ejemplos con su explicación para que pueda entenderlos.
Bateadas
La Teja se fue a dar una vuelta para preguntarle a varias personas por algunas de las tantas palabras que ya se dejaron de usar a ver cómo les iba.
De seis personas consultadas, solo una acertó una de las seis palabras que les llevamos preparadas.
Las palabras elegidas fueron: acuantá (hace un tiempo), manganzón (hombre que pasa peleando con chiquitos), Chanero (persona mentirosa), Chimbomba (una chichota), Birringo (hombre coqueto), Feroso (persona repugnante).
Por ejemplo, Kattia Rojas dijo que nunca en su vida había escuchado la palabra chanero; doña Rosa Hernández fue la única que acertó diciendo que acuantá era hace un tiempo; Rosy Serrano dijo que feroso era una persona muy violenta; Jéssica Rojas dijo que mangazón era un hombre guapo y Xinia Flores dijo que birringo era algo chiquitillo.
Las señoras, todas vecinas de Cartago, gozaron un montón, porque aseguran que nunca habían escuchado esas palabras.
Si usted está interesado en conocer más sobre las palabras ticas, le recomendamos buscar el diccionario "Nuevo diccionario de costarriqueñismos", del Miguel Ángel Quesada Pacheco y verá que se va a divertir muchísimo aprendiendo cómo hablaban antes en el país.