Los costarricenses estamos acostumbrados a ver que la Asamblea Legislativa produce todo tipo de “sorpresas”.
Hay diputadas que se descalzan, diputados que se insultan, diputados que agreden a asesores, chorros de agua que caen del cieloraso...
Sí, tal cual; este nuevo y mojado episodio se vivió este jueves en el edificio nuevo del Congreso cuando se rompió un tubo y empezó un insólito chaparrón bajo techo.
Víctor Morales, Dragos Dolanescu y David Gourzong son tres de los legisladores que debieron correr a buscar algo para taparse porque desde el cieloraso de la sala donde sesionaba la Comisión de zonas costeras y territorios fronterizos, en el nivel 4, caía un diluvio.
Tenían si acaso quince minutos de haber iniciado la sesión cuando comenzaron a caer los primeros goterones, que empezaron a aguar el cafecito que saboreaba don Víctor. Y de pronto no fueron gotas sino baldazo y entonces los legisladores corrieron a buscar una sombrilla para proteger las computadoras y no terminar ellos empapados.
“El problema con la tubería se dio en el baño de la oficina de la diputada Catalina Montero, en el piso cinco, por eso el agua se filtró hacia donde nosotros”, explicó Morales.
Al momentico aparecieron unos plásticos y Morales aprovechó su paraguas para taparse.
-¿Algún día le había llovido bajo techo?, le preguntamos.
-Jamás. En la política me ha llovido parejito y de todos lados, de muchas formas, pero jamás me había llovido estando protegido por un edificio. Uno por momentos, al inicio, no sabe ni cómo reaccionar.
-¿No se acordó de lo que decían los abuelos, aquello de que abrir un paraguas bajo techo trae siete años de mala suerte?
Claro. Cuando tenía el paraguas agarrado, antes de abrirlo, me acordé de mi abuelita porque ella siempre decía eso, incluso pensé en abrirlo, pero es que realmente había peligro de que se arruinara el equipo, por eso lo abrí… Espero que no me toquen esos siete años de mala suerte.
Con humor
El diputado liberacionista David Gourzoung, uno de los “premiados” con el chaparrón, tomó el asunto por el lado amable.
“Fue un momento de humor en medio de la confusión que se dio. Pensé que era algo leve, pero luego el aguacero ya era intenso”, explicó.
Primero notaron que bajaba agua por el ventanal que da al pasillo de vista interna del edificio y luego era del cieloraso.
“Estos temas en un edificio tan nuevo preocupan porque no es la primera vez que tenemos un evento similar”, agregó el verdiblanco.
Así es: el 18 de marzo de este año, un aguacero inundó la entrada del segundo piso.
Por su parte, Dolanescu aseguró que fue la primera vez que se vio obligado a usar sombrilla en una sala de comisión y escampar fuera de una sala en un edificio nuevo. “Cosas así ni en Rumania me han pasado”, explicó.
Habla de Rumania porque es la tierra de sus ancestros.
“Espero que no tenga que llevar capa contra la lluvia, como un motorizado, para las siguientes mociones”, agregó con humor.
Sobre lo de la mala suerte que puede traer abrir un paraguas dentro de un sitio, dijo que se la jugaba, prefería eso a empaparse con agua de un baño. La superstición podía esperar.
“Mañana voy para Cartago y le pido una ayudita a La Negrita, por aquello de rezar y empatar”, comentó.
Algo de limonense
Como en Limón puede llover en cualquier momento, los caribeños están acostumbrados a andar con la sombrilla a cuestas, pero aunque el cédula 7 es don David, el preparado con el paraguas era Morales.
“Creo que Víctor tiene algo de limonense porque visita mucho la zona de Puerto Viejo de Talamanca”, dijo Gourzong riendo.
Agregó el caribeño que cuando en la vida hay contratiempos, hay que tratar de verlos con humor y hasta se dejó decir que se estaba inundando el Titanic.
Administradores reclamarán
Que pasen chascos como este en un edificio tan nuevo no es común, por eso habrá reclamo.
“Ante la situación presentada en el nuevo edificio, se atendió de manera inmediata mediante la aplicación de los protocolos correspondientes. Igualmente, personeros del BCR contactaron a la empresa constructora y a las aseguradoras para que respondan”, dice un comunicado enviado por el Fideicomiso Inmobiliario Asamblea legislativa/BCR 2011, que administra el edificio.
La empresa Sonivisión revisará los equipos que se mojaron para procurar que el próximo lunes las salas estén listas para trabajar de nuevo... hasta el próximo chaparrón.