La COVID-19 no es jugando, pero como hay gente que todavía ve esto como un juego, varios sobrevivientes del nuevo virus, que la vieron fea en unidades de cuidados intensivos, contaron el cuento para ver si caso los desobedientes hacen un poquito de caso.
Cristopher Zamora, primer paciente internado en el Ceaco; Javier Blackshaw, Elsiana López, Jorge Chicas y Madelaine París compartieron su testimonio con el presidente de la República Carlos Alvarado y el ministro de Salud, Daniel Salas, de cómo sobrevivieron ellos o algún familiar, al coronavirus.
“He donado tres veces plasma y hago el llamado para que se acerquen. Cuando uno pasa lo que pasó tiene que tener el sentido de responsabilidad con los demás”, explicó Zamora.
Otra de las que compartió su testimonio fue doña Elsiana López, vecina de Orotina.
“Me enteré el día del cumpleaños de mi hija y me faltaba mucho el aire, no recuerdo nada, Estuve 28 días en coma inducido y estaba desorientada. Cuando me dieron la salida no caminaba, ni me valía por mí misma”, contó la orotinense.
El presidente Carlos Alvarado y el ministro de Salud, Daniel Salas, conversan con personas recuperadas de covid-19 desde Casa Presidencial.
Posted by La Teja on Tuesday, June 30, 2020
“Es una enfermedad muy dura como para que no nos cuidemos con un simple lavado de manos”, dijo López, quien estuvo en la UCI del 7 de abril al 4 de mayo.
Otro de los momentos amargos que recuerda doña Elsiana es el comportamiento de sus vecinos, quienes la señalaron como si tuvieran peste.
Mientras que Cristopher Zamora le pide a la gente que por favor reaccione.
“Nunca había estado internado y es terrible. Ojalá las personas pudieran abrir los ojos y que vean que no es un juego. Uno que lo vivió puedo decirles que hay que cuidarse y cuidar a los nuestros. Esta cadena se corta con nosotros”, explicó Zamora.
Javier Blackshaw es un funcionario de la salud, trabajador de sala de operaciones del hospital México y quien se contagió en un día de trabajo y estuvo en la UCI del Calderón Guardia por diez días, los peores de su vida, aseguró.
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“No sabía que tenía tantos amigos en el barrio. Me llevaron arroz con pollo, arroz con leche y hasta diarios, comida ahí todavía tengo”, contó don Javier.
Quien le hizo un llamado a los ticos porque teme que pronto los hospitales colapsen.