Al ritmo de swing criollo comenzó este viernes 10 de setiembre para quienes disfrutan las redes sociales y el protagonista fue Johan Rugama, un recolector de desechos de la municipalidad de San José, por un video en el cual lo vemos bailando a ritmo de un buen cumbión, inyecto motivación y positivismo.
¿Quién es ese breteador de la muni que trabaja tan alegre? ¿Quién le enseñó a bailar swing criollo que lo hace tan bien?
Pues nos pusimos a buscarlo y más rápido que ligero lo encontramos, eso sí, todavía breteando porque entra a las seis de la mañana y sale a las dos de la tarde.
A como pudo, mientras no le aflojaba a la trabajada, nos ayudó para poder conocerlo mejor y hasta agradecerle por ponerle buena sazón a nuestro viernes. Aquí les dejamos parte de la bailada entrevista:
¿Cómo se llama el bailarín?
Me llamo Johan Rugama, para servirle.
Gracias, ¿dónde vive?
Actualmente vivo en Pavas, pero nací en Santa Cruz, Guanacaste, donde las mujeres paren machos.
Cuénteme una cosa, ¿ese ritmo suyo dónde lo aprendió?
Le repito, soy santacruceño, los santacruceños nacemos con el ritmo en la sangre, nadie nos enseña a bailar, ya nacemos aprendidos. Nacemos alegres.
¿Cuántos años tiene?
27 años bien vividos.
¿Se vino chiquillo para San José? ¿Le dio tiempo para montar toros?
Sí, me vine jovencito y por supuesto que monté toros, es que en Santa Cruz desde niño uno aprende a montar y en las tardes juveniles, en las fiestas de Santa Cruz, pude montar. Soy primo de Steven Leiva, el mejor montador de toros que tiene hoy por hoy Santa Cruz, así que imagínese.
¿Fue casualidad o es bailarín?
Yo siempre ando bailando, me encanta, así soy, alegre. Bailo para mantenerme alegre. En estos tiempos de pandemia uno como que se estresa más de la cuenta, por eso bailo para mantenerme feliz y con el corazón alegre.
¿Se dio cuenta de que su video se hizo viral en redes sociales?
¡Claro! Pero sabe una cosa, me extraña, porque no es la primera vez que bailo mientras trabajo y creo que no es la primera vez que me hacen un video. De un pronto a otro comenzó la llamadera a mi teléfono y yo ni sabía qué estaba pasando.
¿Quién lo llamó?
Todo el mundo. Mi teléfono no ha parado de sonar: amigos, familia, gente de Santa Cruz, de Pavas, en fin, de todos lados. Incluso, como este es el único camión recolector que anda en las mañanas en el centro de San José, ya el video había llegado a tanta gente que me piden fotos y que les baile… y yo feliz bailo. Me alegra demasiado servir para alegrar a la gente, en verdad que necesitamos más corazón alegre por estos días.
¿Casado y con hijos?
Claro. Mi esposa se llama Éricka González y tengo dos hijos, una de 4 años (Ahiskel) y otra de un mes y tres días (Amber).
¿Lo llamó su esposa?
También. Estaba toda contenta, me dijo que qué raro yo siempre robándome el show. Es que como le digo, yo soy así en todos lados, soy alegre, prefiero vivir la vida motivado, positivo. Uno tiene sus días, pero la mayoría del tiempo lo mejor es tener el espíritu y el corazón contentos.
¿Qué se siente ser viral?
Es algo que jamás me imaginé que me iba a pasar. Como es algo tan positivo, se siente bonito. Es increíble lo rápido que se movió ese video. La gente ya me reconoce en la calle. Ser viral cuando se le ve una sonrisa a la gente, es muy bonito.
Hay gente que no sabe bailar, pero es alegre de corazón, ¿qué les decimos?
Todos sabemos bailar, eso se lleva en el alma… pero hay que tirarse a pista, sin miedos y sin complejos, bailar es hasta medicinal. Yo no sé si bailo bien o bailo mal, yo solamente bailo porque mi cuerpo me lo pide. Si el video hubiese sido porque bailo mal, igual seguiría bailando.
Antes de la pandemia, ¿iba a salones de baile?
Sí, me encantan esos lugares. Yo no les fallo a las fiestas de Santa Cruz, son días de tremenda felicidad.
¿Le hacen falta por estos días que siguen cerrados?
Hay momentos en que uno ya no da más del estrés, que me deseo un salón de baile abierto y pasar horas quemando pista, por eso es que me mantengo bailando, eso me mantiene alegre y cuando uno como recolector de desechos vive situaciones en las cuales hay gente que lo humilla a uno por el trabajo que hace, me acuerdo de la alegría en mi corazón y se me pasa rápido. Por dicha son pocas las personas así, la mayoría es positiva y nos respeta.
Además de swing criollo, ¿qué más baila?
Todo, salsa, merengue, cumbia, bachata. Todo. El bailador debe aprender de todo. No le puedo decir un ritmo que no baile, siempre le encuentro lo alegre al ritmo que sea.