Alba Onofrio, una pastora que pertenece a la iglesia Jubilee Community Church (Iglesia de la Comunidad del Jubileo) niega que la Biblia defina a la familia como mamá, papá e hijos, como aseguran los grupos religiosos conservadores.
Alba es teóloga, pastora y queer, es decir, una persona que pertenece a la comunidad LGTBQ. Los queer, dicho en sencillo, son personas que rechazan clasificarse por su orientación sexual o su identidad de género.
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Tiene 39 años, es estadounidense de origen colombiano y visitó nuestro país la semana pasada; de hecho estuvo en una actividad organizada por la Universidad Nacional cuyo tema fue “La diversidad de las familias en la Biblia".
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Alba conversó con La Teja y aseguró que le cuesta trabajo encontrar la idea tradicional de familia en la Biblia.
“Incluso la familia de procedencia de Jesús no es así. José cría un hijo que no es suyo. El papá de Jesús es Dios, o sea, tiene dos papás y una mamá”.
Añadió que la familia de Jesús, cuando él es un asulto, tampoco es la típica familia de hombre, mujer e hijos.
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“Tiene una familia elegida, un concepto importante para la comunidad. Jesús no se casó y escogió a doce discípulos y había más gente, para que fueran su familia, no es la tradicional que nos tratan de vender. No hay hijos y no hay elementos románticos en esa familia”, dijo.
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“Realmente cuesta encontrar una familia de un hombre y una mujer en la Biblia, todos los patriarcas tenían más de una esposa o hijos con esclavas. El rey David tenía siete esposas (en realidad fueron ocho) y el rey Salomón más de 700 concubinas. Moisés es un ejemplo de adopción, fue criado por la hija del faraón”, dijo.
- ¿Hay citas bíblicas que hagan referencia de alguna manera, a lo que hoy es la comunidad LGTBQ?
- El libro de Rut es muy importante porque los ritos matrimoniales heterosexuales utilizan versículos que una mujer le dice a otra mujer. En Rut 1: 16-17 Rut le dice a Noemy: ‘donde tu vas yo voy, tu gente es mi gente, tu Dios es mi Dios. Solo la muerte hará separación entre nosotras dos’. No digo que sean lesbianas, no lo sé, pero de allí surge parte de lo que se dice en el ritual del matrimonio.
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- Pero, Rut y Noemy eran nuera y suegra. ¿Eso no le resta peso al argumento?
– Cuando murieron los esposos de cada una esa relación legal terminó. Lo normal era que Rut regresara con su familia de origen, pero en este caso decidió arriesgar su vida para estar con esta otra mujer, viajar a otro país y encontrar una manera de sobrevivir.
- ¿Qué otra historia relata la Biblia?
- En el primer y segundo libros de Samuel, me encanta la perspectiva de imaginar a Jonatán, que es príncipe y quien tiene un amor profundo por David. Él se quita las ropas frente a David, su título de príncipe, su espada para apoyarlo, está en 1 Samuel, capítulo 18: 1-4. Es una historia de dos personas que se enamoran y cuando hay dificultades entre el rey y David, se abrazan, se besan. Y en 2 Samuel, 1:26 es algo que David escribe a Jonatán. ‘Me fuiste dulce, más que el amor de las mujeres’. Es una canción hermosa.
- Eso puede ser lealtad...
- Estoy de acuerdo, pero a las personas amigas no las beso, pero no es importante que sea homosexual o no. Lo importante es que podemos dar interpretaciones a la Biblia y uno encuentra lo que busca. Puedo encontrar en David y Jonatán como yo me veo reflejado.
- Entonces, ¿usted les está diciendo a las personas de la comunidad que se han sentido rechazadas por una religión que hay compatibilidad entre la religiosidad y ser gay?
- Claro, no solo es una responsabilidad de las personas de la comunidad, es una responsabilidad de las personas de fe.
- Es muy particular encontrar a una pastora, teóloga y queer en una persona. ¿Cómo llegó a eso?
- Crecí en una famlia evangelista bautista en Estados Unidos, al sureste, o sea, más conservadora.
También tengo familia católica y siempre estaba en la iglesia. Estaba clara en lo que era la Biblia, pero a los quince años me enamoré de otra chica y todos estaban de acuerdo en que estaba en pecado.
Sentí el rechazo de la escuela, de la iglesia, tuve problemas horribles con la familia. Pero había escuchado suficiente del evangelio para entender que uno tiene acceso a Dios. Sabía que estaba recta, pero no había escuchado jamás nada bueno de la comunidad ni había visto a un gay o una lesbiana.
- ¿Y cómo llega a empatar ambas cosas?
- Porque el sentimiento de estar con esa chica me hacía pensar, ‘¿cómo Dios condena esto?, es el mejor sentimiento que he sentido’. Pasé años intentando cuadrar esas cosas.
Luego trabajé en los derechos de los latinos inmigrantes y entendí el patriarcado y los sistemas de poder. Estaba cansada de no encontrar una iglesia inclusiva, un lugar para tener algo espiritual. Entonces me llegó tan claramente la voz de Dios que me dijo: '¿ y qué vas a hacer al respecto? y mi respuesta fue buscar el camino. Hasta que escuché de la teología feminista, de la teología cristiana queer.
- ¿Hay una fe cristiana queer?
- Sí, pero no llega a la comunidad, se queda en libros, en ideas. Quedé encantada y apliqué en tres seminarios y me aceptaron en los tres y escogí uno. Fue una sorpresa encontrar la teología feminista, las lecturas de la Biblia desde la posición de la mujer, de los LGTBQ. Existen desde hace mucho tiempo.
- ¿Existen en Costa Rica?
- La más abierta que he econtrado es la luterana. Pero internacionalmente existe la Comunidad Metropolitana en Cuba, México, Colombia y Brasil, donde el 26 de enero ordenaron a la primera mujer trans.
La comunidad debe saber que pueden ser cristianos, queer y activistas si lo desean.