“El que canta, sus males espanta”, dice un refrán y otro es más directo: “quien canta, ora dos veces”.
Ambos van con esta historia, ya lo verán. El primero porque al covid-19, que es un mal, hay que espantarlo y si se consigue con música, muy bien; y el segundo porque el padre Sergio Valverde nos enseñó este domingo que el canto puede ser un gran medio para llevar un mensaje de lucha contra el coronavirus, que se ha combatido también con fe y rezos.
El domingo, anticos de que finalizara la misa de las 9 de la mañana en la iglesia del barrio Cristo Rey, en San José, el padre se mandó con una pieza superalegre con la cual llamó la atención para que todos nos cuidamos porque si no: “hay covid pa’ti y covid pa’mí”.
Lo que hizo fue montarse sobre el coro del conocido tema a ritmo de punta “Sopa de caracol”, que hizo famoso el grupo hondureño Banda Blanca y ponerle bonito.
Fue después de la oración final, y antes del “podéis ir en paz”, que el sacerdote, en el acostumbrado espacio de los anuncios parroquiales, pidió a los feligreses que se sentaran y les hizo un llamado a respetar los protocolos higiénicos.
“Debo recordarles, hermanos, de manera especial y de forma responsable, que todos debemos protegernos, cuidarnos. Distanciamiento, lavado de manos, no duden en estar lavándose las manos, miren, ese es el secreto”, dijo.
“La mascarilla, hermanos, por favor, no se la quiten casi que ni para dormir (sonrisas). Bueno, lo normal, si está solo en su casa, pues no la usa, pero por favor, lávese las manos. Si usted va a la pulpería, al supermercado, lave los productos… ¡por favor! El alcohol no sustituye a jabón, el alcohol fortalece el lavado de manos, pero no lo sustituye. Bien lavaditas, las manos”, solicitó.
Un ritmazo
El sacerdote retomó unas palabras dichas el sábado por el doctor Mario Ruiz, gerente médico de la Caja y quien hizo un llamado a líderes comunales, religiosos, políticos, sociales y a las jefas de hogar para que estén más unidos que nunca y evitemos entre todos el contagio.
“Volvámonos influencers y transmitamos el mensaje de que este es el momento de no salir, de evitar aglomeraciones y evitar el contagio. Hago una solicitud respetuosa a todos los youtubers, tuiteros, influencers para que nos ayuden a transmitir este mensaje a toda la población”, dijo el doctor.
En su mensaje, el sacerdote de las Obras del Espíritu Santo, agregó: “Distancia sí, indiferencia no. No seamos indiferentes; sonría, mande un abrazo a la distancia, que se note que usted no es indiferente, no podemos perder el juego del amor. No nos podemos abrazar, pero sí dar un abrazo a la distancia.
“La sonrisa, no deje de sonreír, aunque no la vea el otro (por la mascarilla), usted siente que la está dando. La sonrisa es para usted y para el que la recibe porque nos hablamos con los ojos”, agregó.
Y fue justo después de esas palabras que se mandó con la cantada, muy bien acompañado por los músicos de la iglesia: “sin la mascarilla, ¡hay covid pa’ti y covid pa’mí”.
Parece que la llevaba hasta ensayada, porque motivó a todo el mundo.
Hablamos con el padre y lo encontramos sudando la gota gorda en la entrega de alimentos. “Es una canción más improvisada que otra cosa, porque eso me gusta, improvisar con la pista sonando, ahí voy adaptando las letras a la realidad que vivimos. Me ha dejado asustado el gran pegue de la canción, todo el mundo me ha llamado.
“Me encantan las misas y las horas santas alegres. Alegría para los niños y los jóvenes, a los jóvenes se les llega con alegría”.
A ritmo de punta
Entendiendo el padre que la canción tenía que ser pegajosa para que a la gente no se le olvide, aprovechó una pieza que hizo historia como fue “Sopa de caracol”, la que decía “what a very good soup” y todos pronunciábamos “watanegui consup”.
¿Se acuerdan?
Fue un bombazo en las radios, todo el mundo la pedía y en las fiestas era infaltable.
Al padre Sergio le pareció que algunos en la misa algunos no se estaban metiendo en el ritmo, sobre todo con el mensaje, entonces paró la música y los motivó a cantar bien fuerte y cuando el coro dijera “¡sube, sube!”, tenían que levantar las manos. Y así se hizo.
“Si nos quitamos la mascarilla, más enfermos. Uno enferma al otro, el otro al otro y al final nos fuimos todos. Vamos a vencer, ¡el covid no nos va a matar!”, reiteró.
“Te tienes que cuidar, te tienes que apartar, si no al hospital vas a ir a parar… y si te descuidas, te hago el funeral”, dice la otra parte de la canción, que ya ahí era una mezcla de punta con rapeo, pero la verdad es que le quedó bien chiva, además el padre Sergio le puso tanto a la bailada que dos monaguillos que había atrás, a pesar de estar sentados, estaban bien enritmados.
Se la jugó bonito el padre, si deseaba hacer llegar un mensaje claro y que se recuerde, acertó. De esos “influencers” necesita más este país.