Más de una persona quedó con el pelo parado luego de escuchar las declaraciones que dio este martes, ante los diputados, Ovidio Fernández, secretario del Sindicato de Empleados del PANI, porque según los horrores que relató, muchos niños corren serio peligro en los albergues de la institución.
Él compareció ante la Comisión de Juventud, Niñez y Adolescencia de la Asamblea Legislativa y habló sin pelos en la lengua sobre las inconsistencias que se dan en los albergues, que representan una bomba de tiempo.
Ovidio aseguró que hay niños vulnerables, con síndrome de down, autismo y otras necesidades especiales, revueltos en los albergues con menores con serios problemas, adicciones y hasta violentos, lo que representa un gran riesgo.
“El interés superior de la personas menor de edad muchas veces es tergiversado y utilizado más bien para situaciones que no son en beneficio de ellas, como lo es ubicar menores de edad con perfiles disruptivos de drogadicción, conflictos con la ley y consumos de drogas, con menores que no tienen esas características. Esto lleva a una situación muy grave de violencia física, emocional y hasta sexual en los albergues”, expresó.
LEA MÁS: Tica con enfermedad rara: “He pasado más de la mitad de mi vida hospitalizada”
El representante del sindicato dijo, además, que el PANI no cuenta con albergues especializados para atender menores de edad con perfiles de conflicto con la ley, de consumo y abuso de drogas, con comportamientos violentos, entre otros.
Fernández dijo que estos menores con problemas de conducta no solo representan un riesgo para los demás niños y jóvenes, sino también para los trabajadores de los centros de protección.
El presupuesto no alcanza
El sindicalista asegura que cuando se habla con el PANI de todas estas situaciones, en la institución salen siempre con la misma “cantaleta”: no hay presupuesto.
“Todo esto es una violación al artículo cuatro del Código de Niñez y Adolescencia porque los Estados no pueden decir que por problemas presupuestarios no pueden cumplir con su deber constitucional.
LEA MÁS: Video: Pilar Cisneros salió corriendo cuando diputado la iba a confrontar
“Esta mezcla de perfiles no compatibles han causado serios estragos en la población protegida, no solo es un riesgo inminente, también son hechos comprobados. Recientemente en uno de los albergues, al poner una persona no compatible, se generaron actos de violencia y este menor de edad terminó con hematomas grandísimos en la cara y otro terminó con la nariz fracturada, requiriendo atención médica y de medicatura forense para establecer el daño de las lesiones”, relató el compareciente.
Otra de las situaciones que reveló Fernández fue que hay albergues que están funcionando en pésimas condiciones que atengan contra la dignidad y los derechos humanos de los menores de edad.
“En una oficina en Golfito, que trabaja en pésimas condiciones, no pasa un mes sin que no se inunde, los trabajadores tiene que llevar botas de hule, tenemos un año de pedir que cambien esta oficina y nos acaban de decir que la oficina que estaba vista para pasarla ya no será, así que por este año nos olvidemos de eso.
“En Jacó tenemos un albergue con hacinamiento, también tenemos un año de pedir que nos la cambien, pero nada”, relató Fernández.
LEA MÁS: ¡Amor sobre ruedas! Pareja se casó en Convención Internacional de Motociclismo en Puntarenas
Él también reveló que hay albergues en los que se reciben más menores de la capacidad del centro y los ponen a dormir en colchones en el suelo porque no alcanza las camas.
La Teja contactó al PANI para que se refiera a las situaciones expuestas en la comisión por el sindicato y la institución aseguró que los casos denunciados se presentan sin contexto, sin prueba y no responden a lo ocurrido en la realidad.
“Ante lo expuesto por la organización sindical, el PANI reitera que ha tomado todas las medidas para garantizar la atención integral de cada uno de los 307 niños, niñas y adolescentes que, en este momento, están bajo protección en los 46 albergues que funcionan en todo el país.
“Estas personas menores de edad han vivido situaciones que han limitado su desarrollo integral y presentan secuelas postraumáticas de su infancia violentada. Por ello, las situaciones de crisis que viven deben atenderse y comprenderse desde sus características particulares y en el contexto de su situación emocional”, informó la institución.
El PANI dijo además que la población en albergues son niños, niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual, física, psicológica, con adicción, con conductas disruptivas, con enfermedades crónicas, diagnósticos psiquiátricos, adolescentes madres, con procesos en Penal Juvenil; algunos de ellos y ellas víctimas de trata, tráfico, sustracción internacional y otras que exigen la atención 24/7 y del mayor nivel de especialización, por lo que la entidad cuenta con equipos interdiciplinarios capacitados para atender estos casos de la mejor manera.