El artista cortarricense Miguel Casafont se encargó de darle vida al retrato del expresidente de la República Luis Guillermo Solís, cuya develación se llevó a cabo el jueves anterior, en el Salón de Expresidentes de la Asamblea Legislativa.
Casafont, de 60 años, estudió Bellas Artes en la Universidad de Costa Rica y se dedica a la pintura desde hace más de 30 años. Además, tiene conocimientos en cocina y colabora en periódicos y revistas con artículos sobre arte y moda.
Este retrato hecho con pintura acrílica sobre lienzo mide 53 centímetros de ancho por 66 centímetros de alto y para su elaboración el artista utilizó los colores blanco, beige, amarillo, ocre, azul, rojo carmín, tierra de Siena natural (café claro), tierra de Siena tostada (café oscuro) y negro.
Una importante tarea
Casafont comentó que fue contactado a finales del año pasado por allegados del expresidente para decirle que estaban interesados en que hiciera el retrato y luego de algunas entrevistas, a mediados de enero, le comunicaron que había sido elegido para hacer este trabajo.
El pintor aseguró que tardó tres meses pintando a Solís.
Luisgui vino al país en la tercera semana de enero y Casafont aprovechó para hacerle una sesión de fotos, en la cual se basó para confeccionar el retrato. El cuadro lo finalizó el 3 de abril anterior.
“Las fotos las hizo Paul Aragón en la casa de Solís, fue una sesión larga porque había que hacer muchos detalles, sobre todo de su mirada, la corbata, la cabeza y más tomando en cuenta que el expresidente vive en Estados Unidos”, aseguró.
En el proceso visitó en algunas ocasiones el Salón de Expresidentes de la Asamblea Legislativa para estudiar los cuadros que están allí y verlos por detrás, para tomar en cuenta elementos como el soporte de la tela, las dimensiones y tratar de seguir la misma línea de sus colegas.
"De todos los retratos que están en el salón me inspiré principalmente en los hechos por Enrique Echandi (Cleto González Víquez y Alfredo González Flores) y por Aquiles Bigot (Francisco Morazán, José María Castro Madriz y Juan Rafael Mora Porras).
Miguel pintaba por las noches y los fines de semana. Afirmó que había días en los pintaba hasta diez horas y mientras lo hacía escuchaba jazz, que es de sus ritmos favoritos.
Pinceladas
El también chef cuidó cada detalle para que el retrato cumpliera sus expectativas. Manifestó que usó una técnica italiana llamada “alla prima”, que quiere decir que lo hizo con pinceladas.
Empezó a trabajar con los colores más oscuros, luego los intermedios y finalmente los más claros y la pintura acrílica la usó para que el cuadro pueda mantenerse por unos 100 años.
“En mi caso, idealicé un poco el retrato. Existe la costumbre de que el retrato idealiza a la persona, pero no lo quise hacer como una foto, si no que le quise dar un carácter diferente, enfatizado en su mirada.
"Lo que me llevó más tiempo trabajar fue el fondo, pues tenía que lograr que combinara con el color del marco y con la forma que es ovalado”, expresó.
Mientras pintaba, Casafont no conversó con Solís para contarle el avance de su trabajo.
El exmandatario vio el retrato hasta el momento de la develación y le dijo al pintor que le gustó mucho el resultado.
“Me felicitó, me dijo que le había gustado mucho. Yo le agradezco porque desde que era niño pensaba en que sería bonito pintar a algún expresidente de la República y con este trabajo, mi nombre aparece en la colección más valiosa de retratos que existe en el país”, afirmó.
El artista confirmó que Solís le pagó por el retrato; sin embargo, no reveló el monto que le dio el expresidente.
“No es como dicen en redes sociales, que me pagó para comprarme un avión”, finalizó.