Aleida Méndez tiene tantos “hijos” que ya perdió la cuenta de cuántos son.
En realidad, esta mujer de 42 años, parió a dos varoncitos y a una mujer, pero ella le sumó un montón de “hijos adoptivos”, como monos, osos perezosos, ardillas, zorrillos, martillas, hormigueros, jaguares y todo aquel animalito que tenga que chinear en el ZooAve.
Méndez es una cuidadora de animales en el ZooAve y su trabajo consiste en asear a las criaturas bebés, pesarlos, medirlos, darles chupón, medicarlos y estar pendiente de su evolución.
Doña Aleida sabe que aunque los animalitos no saben que este jueves se celebra el Día de las Madres, muchos la sienten como si fuera su mamá, algo que a ella la llena de orgullo y alegría, pues se encariña con ellos.
Para ella su labor como “mamita” termina cuando son liberados, porque demuestra que lo hizo bien y que sus “hijitos” se la pueden jugar en la naturaleza.
Méndez ya contabiliza 14 años de servicio, por lo que cuando se decide que animalito debe quedarse en cautiverio sufre mucho, aunque el mayor dolor es cuando alguno de sus “nenes” muere.
LEA MÁS: Mono en Costa Rica tiene una tortuga como uber personal
“Es muy lindo trabajar con ellos, son amables y se crea un lazo, por lo que es muy difícil no encariñarse. Por ejemplo, hay monos que si no yo no les doy de comer, no comen. La ventaja es que si los dejo de manipular se olvidan de uno rápido"; dijo.
LEA MÁS: ¿Por qué pasaron de recinto a la narcopaloma más famosa de Costa Rica?
Cuenta que les tiene un gran cariño a una martilla, un jaguar y una danta que ella atendió y no fueron liberados para velar por su seguridad.
“La martilla hace mucho tiempo fue atropellada y su condición no daba para ser liberada, así que se quedó en exhibición. La visito de vez en cuando, pero no me atrevo a tocarla. Es brava. Piquín (la danta) llegó con problemas respiratorios y en estado crítico, a ella la visito con frecuencia, pero tampoco la toco. El jaguar llegó pequeñito, pero como estaba solo y no hay mucho territorio donde liberarlo se quedó acá. A ese sí lo visito todos los días. Ellos son mis bebés”, dijo.
Comentó que los animales más dóciles para cuidar son los congos. “Ellos son más fáciles de manejar, lo hacemos por medio de una manta que con solo verla se dejan pesar, alzar y medir".
LEA MÁS: Los zopilotes rey están empezando a tomar el poder en el zoo ave
En cambio, los que sacan las canas son los cariblancos, los perezosos y los osos hormigueros.
“El perezoso también se manipula con una manta, pero son bravos. A veces no están de humor y mandan los garrazos. Los cariblancos son inquietos, rompen todo, son demasiados traviesos”, dijo.
También contó que el animal más extraño que ha tenido que cuidar es un serafín de platanar (una especie de perezoso).
“Llegan pocos y no es común verlos. Además es muy distinto a los de su especie”, dijo.
Debido a las funciones que debe realizar, Aleida se siente como si breteara en una guardería.
“Es como cuidar a un hijo, porque prácticamente son como niños, a los que les aseo su espacio, les doy chupón, los peso y los mido. A ellos también hay que irles cambiando la alimentación conforme crecen”.
También Grecia
Doña Aleida también se encarga de tener puras tejas a Grecia, el tucán que se hizo famoso porque le colocaron una prótesis, debido a que un salvaje le mutiló el pico. Grecia es una de las aves insignias del ZooAve.
“Cada vez que se le quita el pico hay que limpiarle el muñón, así como la prótesis y darle ventilación. No le gusta que la agarremos, se estresa mucho y no se le puede poner anestesia”, dijo.
Méndez indicó que este procedimiento lo debe hacer muy seguido, pero lo trata de de hacer muy rápido para que Grecia no se ponga muy nerviosa.
Titánico
Rónald Sibaja, encargado de Vida Silvestre del ZooAve resaltó el trabajo que realiza doña Aleida.
“Es titánico, porque significa atender todo el tiempo a los animales, más que todo a los que son bebés. Es muy desgastante, es muy parecido a criar a un hijo”, dijo.
Añadió que doña Aleida es empírica, pero que gracias a los 14 años de experiencia tiene más colmillo que un jaguar. Ella es tan gata en lo que hace, que veterinarios graduados le preguntan a ella cuando visitan el zoológico.
“Tiene vocación, ella es de esas personas que nacen como eso, su trata con los animales es admirable", dijo.
Sibaja indicó que las mujeres son la que cuidan animales.
“Es por una cuestión de afinidad, ellas son madres y tienen ese sentimiento hacia los animales más desarrollado”, dijo.