El dañino pez león puede tener los días contados gracias al ingenio de un limonense llamado Derian Palma Quirós.

Este tremendo animalito es un invasor de las aguas caribeñas desde el 2006 y le ha ganado la guerra a todo aquel que ha intentado eliminarlo.

Pero ahora hay una nueva “arma” para hacerle frente a una de las especies más nocivas para el ecosistema marino y hasta para la economía local, porque este pecezote se devora a otros pececitos que sirven de sustento a los pescadores de la zona.

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El nuevo recurso es un dron subacuático, una práctica herramienta, muy liviana (pesa menos de cinco kilos) y del tamaño de una laptop que permite grabar y fotografiar el comportamiento de este pez y así saber dónde ubicarlo para saber cómo contraatacarlo.

“Cabe en un estuche de mano, pero es muy robusto en cuanto a sus funcionalidades, graba en alta definición, soporta profundidades de hasta cien metros, aguanta un buen rango de temperatura y las imágenes son de alta calidad. Es una sola pieza, lo que previene las filtraciones y la gama de aplicación en investigación y comercio se podría utilizar en varias áreas como la acuicultura”, detalló Palma, su diseñador.

Palma es vecino de Villa del Mar, en Limón, tiene 24 años y es una pipa para las matemáticas, incluso ganó la medalla de bronce en unas olimpiadas cuando estuvo en el cole, luego se empezó a interesar en estas áreas de robótica ambiental y con fines ecológicos.

Palma diseñó el dron para su prueba de grado para la licenciatura en ingeniería mecatrónica del Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC) y tardó seis meses para tenerlo listo.

La mecatrónica es una rama de la ingeniería que integra el uso de la robótica, la electrónica, la informática y las telecomunicaciones en ingeniería eléctrica y mecánica.

Él lo desarrolló y una empresa comercializadora, llamada OpenROV, en conjunto con National Geographic, se lo donaron al Centro Comunitario de Buceo Embajadores del Mar en Puerto Viejo para promover la investigación submarina, cultural e histórica en la zona.

Desarrollo comunal

Para crear el aparato, Palma contó con la colaboración de la investigadora del pez león, Helena Molina, del Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (CIMAR) y del Centro de Inteligencia Artificial en Ciencias Naturales (LIANA) del TEC.

“Entre todos logramos desarrollar este dron, que sirve para recolectar datos acerca de las medidas de los peces, dónde se localizan, cómo se desplazan y a partir de ello, conocer las proyecciones de crecimiento, entre otros aspectos”, explicó Derian.

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Al enemigo del pez le pusieron un laser para medir las distancias, las cuales serán interpretadas por un software complementario.

El proyecto dio buenos resultados, sin embargo, con todo esto de la pandemia por COVID-19 está en pausa, a la espera de poder ingresar al mar con todas las normas de seguridad sanitarias que exige el Ministerio de Salud y de sumar más colaboraciones, tanto económicas como de recurso humano, que brinden una línea de investigación más amplia.

Por todo lado

Además de que hay una altísima población del pez en los arrecifes coralinos de Puerto Viejo, en Talamanca, descubrieron dos peces más, de unos 25 centímetros de largo cada uno, en las cercanías de la isla Uvita.

“Este pez no solamente es bastante perjudicial para el ambiente y el ecosistema, sino que también es de difícil captura porque se esconde muy bien en los corales y en temporadas de lluvia se va a profundidades que ni siquiera los mismos buzos pueden alcanzar”, explicó el ingeniero.

Palma espera seguir brindando su aporte al centro comunitario para potenciar la investigación y desarrollo de oportunidades en la zona y que se haga eco de que en Limón, en Puerto Viejo y Talamanca hay talento.

Derian es profesor del colegio Científico del Atlántico del que egresó hace seis años.

Desde hace varios años se organizan competencias de pesca del pez león para tratar de acabar con esta dañina especia, pero los esfuerzos no han dado los resultados esperados.