Entrenar un perro lazarillo o de asistencia no es algo sencillo y requiere de mucha responsabilidad.
En nuestro país las personas con discapacidad mental son las que más utilizan este tipo de animales.
Rubén Rodríguez, presidente de la Federación Canina de Costa Rica, estuvo este miércoles 1 de marzo en la Comisión de Asuntos de Discapacidad y de Adulto Mayor de la Asamblea Legislativa y le dijo a los diputados los perros que ellos entrenan y certifican son principalmente para personas con síndrome de down, autismo, asperger y depresión. Ellos no capacitan perros lazarillo por lo caro que sale.
“Nosotros no formamos perros lazarillos, lamentablemente es muy alto el costo, formar un perro lazarillo tardar entre dos y tres años y el costo es de 40 mil euros (¢23.835.138). Tenemos alianzas con algunas organizaciones en España que los forma, pero es sumamente caro y por eso es que casi no se ven perros lazarillos con personas no videntes”, explicó Rodríguez.
El experto canino también le habló a los diputados sobre la formación que reciben los animales de asistencia en la Federación.
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“Nuestro programa de perro de asistencia se basa en un grupo de profesiones que van desde la parte física en la evaluación de la persona, la parte psicológica y un equipo de entrenadores profesionales de perros, adiestradores debidamente certificados, que trabajan en un centro de adiestramiento legal que forma perros de asistencia.
Cada perro es diferente
Rubén dijo que el perro de asistencia va totalmente de la mano con la necesidad de la persona, hay perros de asistencia para necesidades físicas y también psicológicas, esta última es la de mayor demanda en el país, personas que están sufriendo algún tipo de discapacidad mental y ellos conforman este tipo de perritos.
Rodríguez detalló que un perro de servicio no se tiene por algo antojadizo, sino que tiene que haber documentos que garanticen su necesidad y su entrenamiento.
El primero es una certificación de tipo profesional, emitida por un médico especialista en el área en que la persona necesita la asistencia, que determine la discapacidad del individuo.
El presidente de la Federación Canina dijo, además, que las personas que usen estos animales también deben estar certificadas.
“Nosotros certificamos a la persona como manejador de perro de asistencia. El derecho nuestro llega hasta el derecho de las demás personas y un perro de estos que no esté entrenado o que no sea el apto para la labor, podría atacar a personas, a perros o incluso podría hacer acciones fisiológicas que afecten, por eso quien maneje el perro debe ser capacitado de forma teórica y práctica”.
Por último, está la certificación que garantiza que el perro tiene el entrenamiento necesario para complir con su labor de asistencia.
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Llamado importante
Rubén hizo un llamado a los legisladores a que endurezcan la ley que regulan el entrenamiento de perros de servicio, ya que en el país hay personas que lo hacen por la libre.
“El entrenamiento de perro es totalmente profesional y debe hacerse en centros de adiestramientos legales. En Costa Rica lamentablemente no ejercen de forma profesional la labor y lo hacen en centros de adiestramiento sin permisos, sin la certificación veterinaria de operaciones, sin la asistencia de un veterinario y lo hacen por la libre.
“Es también un llamado de atención a las personas que de manera irregular están haciendo adiestramiento de perros, esto en el mejor de los casos, porque en algunos hacen perros agresivos”.
Rodríguez fue muy claro en decir que las personas que andan con perros de asistencia no lo hacen por gusto, sino por una necesidad y que el que no le permitan entrar a un comercio con su perro es como que a una persona que use silla de ruedas no le permita ingresar la silla.