La iglesia católica costarricense lamenta y rechaza la aprobación, por parte del ministerio de Salud, del protocolo para el aborto terapéutico. “La vida es sagrada e inviolable”, asegura el obispo de Ciudad, monseñor José Manuel Garita, presidente de la Conferencia Episcopal y monseñor Daniel Blanco, secretario general.
“Ante el anuncio del ministerio de Salud sobre la aprobación del Protocolo de Atención Clínica para el procedimiento médico vinculado con el artículo 121 del código penal: Interrupción Terapéutica del Embarazo, la Iglesia Católica costarricense lamenta y rechaza que esta publicación sea una realidad en Costa Rica, como ocurrió hace un año, cuando se firmó la norma de lo que es entendido como “aborto terapéutico”.
“En numerosas oportunidades, los Obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, como pastores de la Iglesia, hemos reiterado el valor sagrado de la vida, desde el momento de la concepción hasta su muerte natural”, aseguró la iglesia en un comunicado.
Desde todo punto de vista la Conferencia está dolida por esta aprobación. “Una vez más, proclamamos y reiteramos que la vida es sagrada e inviolable. Lamentamos que, en pleno mes de diciembre, cuando la ciudadanía celebra el fin de año, y en el contexto religioso del Adviento, de fiestas marianas significativas y a puertas de la celebración de la Navidad, se dé este golpe a la sociedad costarricense, defensora de los valores y de la vida desde siempre; y al sentimiento religioso y profundamente cristiano que ha caracterizado tradicionalmente a esta nación.
Le preocupa a la iglesia que lejos de volverse una situación especial, el aborto terapéutico, sea algo de uso constante.
“Creemos que este protocolo va más allá del artículo 121 del Código Penal, y que esta aprobación haría del aborto un derecho. Como manifestamos en varias oportunidades, esta “norma técnica” deja en indefensión al niño no nacido, durante todo el embarazo”.
No nos cansaremos de predicar el don y el Evangelio de la vida y de alzar la voz por los no nacidos, inocentes e indefensos”.
Recuerda la iglesia que se cansó de pedirle a las autoridades de Salud el borrador del protocolo para dar una opinión del contenido, sin embargo, nunca se los pasaron, tampoco lo dieron a conocer públicamente antes de aprobarlo.
“Una vez más, hacemos un llamado a las madres y padres de familia, al personal de salud, a nuestros fieles católicos y a todas las personas de buena voluntad para que, como ha sido durante la pandemia, defendamos de manera decidida y firme el don y el valor sagrado de la vida”, concluye el documento.