Sibia Harrison era bien quitada para hacer ejercicios, al punto que ella misma se calificaba como cero deportista.
Pero con el encierro recomendado por el Ministerio de Salud, ella buscó formas para pasar el tiempo y encontró en el ejercicio un gran aliado para sentirse con más energía y saludable.
Sibia se quitó la perecilla, se metió en una clase virtual y le gustó la dinámica. Al punto que ha bajado nueve kilos en este mes y medio, pues pasó de 65 kilos a 56.
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Ahora recibe tres clases virtuales por día, de ejercicios bailables, yoga y pesas.
“Nunca he sido deportista, quizás porque soy asmática. Me metía al gimnasio y me aburría porque no aguantaba. Ahora los hago tres veces al día, desde que empezó la cuarentena el 6 de marzo”, comentó la directora de la organización de eventos de belleza Royalty Costa Rica.
Ella reconoció que era vaguilla, no se esforzaba y por eso no le gustaban los ejercicios. Ahora no deja pasar un día sin hacer una rutina.
“No tenía motivación, el traslado al lugar daba pereza, a veces llovía, no tenía con quién dejar a los niños. Pero por redes sociales empezaron a ofrecer zumba, me metí en una clase virtual y me encantó”, añadió.
Incluso compró ropa deportiva, mancuernas, un tatami (una especie de colchoneta) y acondicionó una parte de la sala como una sala para ejercicios.
“No era gorda, pero digamos que rellenita. Desde enero estoy con comidas saludables, ahora bajo más rápido de peso”, dijo.
Un boom virtual
Sibia es una de las tantas personas que han optado por ejercitarse como una forma de sobrellevar el aislamiento.
Viviana Solano, instructora de ejercicios bailables, dice que las clases han sido un boom. Ella utiliza la plataforma de “Feis” para hacer Facebook Live y tiene más de 300 personas apuntadas a sus rutinas.
Para que saque cuentas, en las clases presenciales pueden ser 60 personas al mismo tiempo, mientras que a las privadas tal vez llegan a 30.
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“Hay una cantidad de gente que no se ejercitaba antes, es increíble. Es una modalidad nueva y a muchos instructores les tomó por sorpresa este boom”, dijo.
Algunas clases son gratuitas, como las que da Viviana, y en otras piden alguna colaboración por la difícil situación que atraviesa la industria de los gimnasios, los cuales podrán abrir a un 25% de su capacidad desde el 1º de mayo.
“Esto se puso de moda, el acceso virtual cambió la modalidad. Costó un poco el cambio, pero la gente se acostumbró. En mi clase tengo gente de Cartago, Los Chiles, Guanacaste, Chicago, personas a las que nunca iba a llegar”, aseguró Solano.
Dijo que mucha gente que se mete es nueva, algunos nunca han hecho ejercicio y confirmó que ha servido para que bastante gente baje de peso, pero también para combatir la depresión y la ansiedad.
Los interesados en participar con Viviana en sus rutinas pueden buscarla en su Face o en el WhatsApp 8691-2929.