Jéssica Potosme tuvo a su hija cuando apenas tenía nueve años, hoy ella tiene 25 y quiere hacer sentir su voz en medio de la discusión de la norma técnica que regulará el aborto terapéutico.
Este es un procedimiento voluntario que interrumpe el embarazo cuando, según el criterio del médico, se puede encontrar en peligro la salud o vida de la mujer embarazada.
Como en las niñas esta condición estará presente siempre (peligro de salud o vida), las organizaciones provida se encuentran preocupadas de que la norma que está en discusión y que se aprobará este año, según dijo el presidente Carlos Alvarado, abra un peligroso portillo en estos casos.
Jéssica tenía cuatro meses de embarazo cuando se dio cuenta que llevaba una bebita en su vientre. Estaba en primer grado de la escuela y le gustaba jugar barbies.
“Pero cuando mi mamá conoció la noticia, ya no volví a jugar con nada, ya era la realidad, jugaba con la escoba y la cocina”, recordó entre risas, y precisamente así recibió esta joven a La Teja en su casa en Aserrí, estaba tendiendo ropa y haciendo oficio.
De inmediato percibimos que esta mamá es una persona muy sonriente y hasta de cierta manera inocente, esto se nota en su forma de expresarse. Nos invitó a pasar y comenzó a contarnos aquella dura etapa.
Potosme hizo la primera comunión con su bebita en la barriga.
“Recuerdo que no me sabía los 10 mandamientos, pero el padre me lo perdonó, me dijo que me los aprendiera y pude hacerla. La directora de la escuela Andrés Corrales, donde yo estudiaba, me mandó a hacer maternales porque mi mamá no tenía recursos. En la escuela me hicieron un baby shower de puros pañales, de lo más precioso. Mis compañeros también me hicieron otro”, recordó con nostalgia.
Como Jéssica pasó todo el embarazo con dolores, porque era de alto riesgo, no supo reconocer las contracciones. Ya tenía nueve meses y el día 14 de octubre del 2003 sintió más dolor que el acostumbrado, pero su mamá le dijo que se aguantara y fuera a la escuela. Ella se fue pensando en el antojo que tenía de arroz con leche y que cuando regresara a casa se lo iba quitar.
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“Yo sentía ese gran dolor y esas ganas de expulsar algo de mi cuerpo y no entendía qué era, nadie me había explicado qué era dar a luz. Como a las 3 o 4 de la tarde, ya casi a la hora de la salida, un compañero le dijo a la maestra que yo estaba llorando. La maestra me levantó, se me reventó la fuente y yo dije ‘me oriné’.
"Llamaron a la ambulancia, mi mamá no aparecía, pero llegó una tía y me pude ir al hospital. Al momento del parto yo pensé que me iba a morir, que no la iba a poder tener, pero la bebé nació bien, sana, fue por cesárea a las 6 de la tarde”, recordó. Agregó que su hija pesó unos tres kilos y midió 49 centímetros.
“Yo quedé bien de salud, claro que tuve un trauma, no lo puedo negar. Estuve acudiendo a muchos psicólogos, pero luego dije ‘tengo que aprender a vivir con esto’. Cuando nació mi hija tuve una mezcla de emociones, primero dije: ‘no es mía’, pero a los días dije: “sí es mía, nació de mi panza, ¿cómo no la voy a poder acariciar?'”, recordó Jessica
La mamita asegura que todo fue muy duro porque solo tenía el apoyo de su mamá Teresa, de una tía y una prima. Ya a los días de nacida comenzó a atender a su bebé y a hacerla parte de su vida, pero todo fue parte de un proceso.
Hoy su hija tiene 15 años y es toda una muchachota, feliz y plena.
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Aborto estuvo rondando
A Jéssica le recomendaron abortar, pero asegura que dichosamente no escuchó esas voces.
"Mi embarazo fue de riesgo, no sabíamos si el bebé sobreviviría o yo moriría, se supone que me iban a internar a los ocho meses, pero llegué a los nueve y hasta me pasé. A mí el doctor me dio la oportunidad de abortar, pero no lo hice y no me arrepiento, a pesar de que no sabía lo que se me venía encima.
"La bebé tenía vida, era un pedacito de mí, no se puede abortar. Si una mujer no lo quiere, se puede dar en adopción”, indicó Potosme, quien asegura que su hija hoy es su razón de existir y no concibe la vida sin ella.
Jéssica terminó la escuela a los 14 años y actualmente estudia noveno año. Tuvo que comenzar a trabajar a los 14 años en una soda para ayudar en los gastos de la casa. No tuvo más hijos, pero se hizo cargo de un sobrinito hace 3 años.
A un mes de nacida su bebé, apareció en su vida Patricia Porras, de la agrupación Reciclando Esperanzas, la cual se dedica a brindar acompañamiento y apoyo a las niñas madres.
Doña Patricia fue un rayo de luz en medio del difícil camino, pues hasta la fecha ha estado al lado de Jessica y su hija. La señora logró que en la fiesta del primer añito de la bebita le dieran 350 regalos, tuvo ropa y muchas cositas más por mucho tiempo. Ambas disfrutaron de una fiesta de 15 años soñada.
Doña Patricia ha atendido a más de 5 mil niñas madres en 35 años de labor. Ella está segura de que el aborto no es la salida y que, gracias al debido acompañamiento, ha visto a la mayoría de estas mamitas triunfar en la vida y salir adelante con sus retoños.
Debe ser con consentimiento
La Teja contactó al Inamu, entidad que está haciendo una campaña de información sobre el aborto terapéutico.
Saskia Salas, coordinadora del área de Información del Inamu, aclaró que la norma técnica no ha sido divulgada y por esta razón se desconoce el detalle y las recomendaciones del Ministerio de Salud con respecto a los criterios para ofrecer un aborto terapéutico a niñas embarazadas.
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Destacó que tener relaciones con una menor de 13 años es una violación y el Ministerio de Salud y la Caja tienen protocolos de atención especial en casos de embarazo.
Además, afirmó que el artículo 121 del Código Penal estipula que el aborto terapéutico impune tiene como requisito el consentimiento de la madre y la norma técnica no puede estar por encima de esta ley. Esto quiere decir que el principal requisito para aplicar el aborto terapéutico es que la madre esté de acuerdo.
Aborto Terapéutico - Dr. Aristide Baltodano“Es muy importante aclarar que la norma terapéutica lo que viene es a regular este artículo [Art. 121 del Código Penal], no viene a conceder más derechos o menos derechos de los que ya por ley están establecidos”. Dr. Aristide Baltodano - Médico Cirujano y Pediatra
Posted by Instituto Nacional de las Mujeres, INAMU on Tuesday, April 2, 2019
En el caso de las niñas, significaría el consentimiento de las personas legalmente responsables, indicó Salas.
En caso de que una menor y su madre lo soliciten, el personal médico debe valorar si la salud o la vida de la niña está en riesgo, si no es así, no se podría realizar el procedimiento, aseguró Salas.
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Recordemos que el aborto terapéutico es legal, pero no siempre se aplica por falta de regulación, para eso es la norma técnica, para que los médicos tengan las reglas claras de cómo y cuándo aplicarlo. El problema ha surgido cuando algunos doctores se han negado a realizarlo y muchas mujeres han asegurado que han pasado por momentos muy duros.
El aborto terapéutico solo es recomendado por los doctores en caso de que el riesgo para la madre no se pueda controlar mediante tratamientos médicos.
El aborto libre, el que se pide solo porque la madre no quiere tener al bebé, es ilegal y no está en discusión.
La historia de Adriana"Mi mensaje principal es que se informen, que no vayan a ir en contra de algo sin saber de lo que están hablando" Adriana.
Posted by Instituto Nacional de las Mujeres, INAMU on Saturday, February 23, 2019