La Caja Costarricense de Seguro Social es una institución que este año ha tenido una dura tarea por delante con toda la atención de la emergencia sanitaria originada por el coronavirus.
Y hay personal que está día a día en la primera línea de batalla luchando con todas sus fuerzas por sacar adelante la tarea, a veces se complica como ahora que en el hospital Escalante Pradilla de Pérez Zeledón colapsaron la capacidad de la unidad covid-19 con 39 pacientes, ya que solo tienen campo para atender 15.
Pero pocas veces conocemos esos rostros que están detrás de esa labor, por eso la institución ha recurrido a su oficina de comunicación para dar a conocer a estos guerreros y aunque todos están con la camiseta puesta, hoy vamos a hablarles de uno que ha entendido muy bien cómo darle rostro a la Caja.
Se trata del licenciado en comunicación Henry Segura Fonseca, quien es uno de los más recientes en incorporarse a la oficina de prensa de la Caja, pero gracias a su trayectoria y experiencia profesional en Repretel durante nueve años, ha ayudado a dar otra cara a la institución.
Usted probablemente recuerde sus reportajes humanos en Informe 11 Las Historias o las denuncias que durante años resolvió en la sección de su lado.
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La experiencia de recorrer las comunidades de Tiquicia y compartir con la gente, sumado a su interés por lo social, han sido parte del secreto para encontrar las historias que con frecuencia comparte la Caja a través de las redes sociales de la institución.
Más allá de la GAM
Y quienes más beneficiados se han visto, son los funcionarios de Limón, Puntarenas y Guanacaste o las áreas de Salud de muchos rincones que normalmente están alejados del ojo público, pero que al igual que los funcionarios de hospitales nacionales, sacrifican su tiempo en familia para cuidar de los demás.
Y probablemente eso sea porque él viene de zona rural. Henry nació en calle Los Monges de Fátima de San Pedro, Pérez Zeledón, hace 43 años y desde hace 19 es padre de Jafet Segura, quien confiesa es su mejor amigo.
Fue así como el país conoció el esfuerzo de Maureen, David y Diego, el equipo conformado por la enfermera, el médico y el chofer que a diario salen desde las 7 de la mañana hacia la comunidad indígena ubicada en Las Huacas, en Capri de Potrero Grande, en Buenos Aires de Puntarenas para visitar a los pacientes con covid-19.
Para ello deben caminar una hora de ida y otra de vuelta porque no hay carro que ingrese a esas recónditas montañas y atraviesan ríos por improvisados puentes para asegurarse que los pacientes estén bien.
O la historia de Ivanna, una bebita que nació en el hospital La Anexión de Nicoya, pero que por problemas de salud no pudo irse con su madre a la casa y estrenar la mudadita que ella le tenía preparada, por el contrario, debió estrenar un moderno equipo para ser trasladada al hospital Nacional de NIños.
También la historia de Julia, la obstetra del hospital San Carlos que es la encargada de escuchar el corazón de cada uno de los bebitos desde el vientre de sus madres y demuestra su ternura acariciándolos, dicéndoles palabras bonitas y hasta cantándoles.
Y así podríamos seguir contándoles historias que conocimos gracias a su talento.
Reconocimiento
“En mis comunicados no hay equipo médico, servicio, paseo o comida sabrosa, hay un rostro humano”, nos contó el comunicador quien nos abrió las puertas de su casa en Quebradilla de Cartago.
Agregó que reconoce el trabajo de esas personas y trata con ello de crear consciencia sobre la importancia de tener hábitos de vida saludables y salud preventiva para estar con toda la pata y vivir muchos años.
“Trabajo con mucha libertad y de cerca con mi jefe César Blanco para reflejar los valores institucionales como la solidaridad, el respeto y la compasión”, comento Henry.
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El generaleño es hijo de un agricultor y una cocinera, mientras estuvo en el cole cogió café y la universidad la sacó mientras trabajaba y una vez que salió de Repretel, en el 2015, cursó una pasantía de un mes en el departamento de Estado de Estados Unidos, otra en el prestigioso medio de comunicación RCN en Colombia y otro mes en Televisa, México.
Le encanta cocinar, así como los patacones y el chifrijo. Casi no come carne de res porque ama las vacas, pero asegura que a los pollos y los pescados no les tiene misericordia, reflejando su jocosidad y don de gente.