La avenida Central, en el corazón de Chepe, dejó de ser “el mall más grande de Costa Rica”.
Ahora usted recorre ese bulevar y cae más en cuenta de que la situación, económicamente hablando, está bien fea.
En cada cuadra se pueden ver negocios cerrados, algo que desde hace meses es una constante no solo en San José centro, sino en muchas provincias.
Pero al tratarse de la zona que por décadas fue la más comercial de toda la capital, preocupa mucho más.
Entre todos los cierres recientes llama la atención el del bar y restaurante Chelles, centenaria esquina del sabor que dijo adiós el 8 de febrero.
También el de tienda Regis, cuyo local se ubicaba entre calle Central y avenida Central, era uno de los locales más antiguos en Chepe.
Esta famosa tienda de telas, peluches y ropa, perteneciente a la familia Mainemer de Polonia, había abierto sus puertas el 28 de noviembre de 1958 y le pusieron así porque las telas que traían de Nueva York eran verdaderamente regias, según dice el libro “El que no enseña, no vende”, del Museo de Arte y Diseño Contemporáneo.
Pero no solo los negocios viejitos están diciendo adiós.
La Teja hizo un recorrido por la avenida y notó que también cerraron locales de venta de ropa como Arenas Skate & Surf y El Parque.
También, los tres locales que le siguen al antiguo bar Chelles, que eran zapaterías, están cerrados.
Extremos y Levi’s se mostraban con las cortinas bajas pero estaban en período de remodelación, indicó la gerente Sharon Benzaquen. Reabrieron sus puertas este 11 de marzo.
El lugar que ocupó la cadena de comida rápida Quiznos también luce cerrado. No obstante, su gerente Samantha Sobrado indicó que se están trasladando al food court de Universal.
Fantasmal
La gente que pasa por el bulevar se asombra de ver tantas cortinas bajas.
“Me duele en el alma ver esto, ver la avenida fantasma en la que se ha convertido la avenida Central, qué feo se ve”, comentó Laura Quesada, quien andaba hacienda mandados.
“La gente que se queja tiene toda la razón, esto dentro de poco será un desierto, hay muchos locales cerrados, para los ticos en este país no hay oportunidad de nada”, opinó por su parte Vera Brenes, otra transeúnte.
Entonces buscamos a algunos de los comerciantes que sobreviven en el lugar y nos narraron su experiencia.
“Todo lo que está pasando es por culpa del IVA. Desde que comenzó a regir ese impuesto, el comercio comenzó a decaer y la avenida ya se ve como un desierto. Los cierres de dan uno tras otro. Los locales abren uno o dos meses y cierran de nuevo, no aguantan. Uno se siente triste al ver esto, de verdad que el país está mal, hay mucha gente sin trabajo”, aseguró Fanny Segura, quien trabaja en la boutique Timing.
Algo similar piensa Gisela Zeledón, administradora de la tienda Lux Form.
“Lo que más ha pesado es el IVA en los alquileres, porque es un aumento adicional al incremento anual. Tuvimos inquilinos que hubo que sacar porque no volvieron a pagar, otros cerraron como de costumbre el sábado y el lunes ya habían vaciado la tienda, otros terminaron el contrato y se fueron a alquilar en locales más pequeños. A esto hay que sumarle que hay muy poca gente comprando, buscan lo más barato. Los negocios están vacíos”, explicó.
Aguante
Entre los locales más viejitos que han aguantado resalta la tienda de ropa formal y sastrería Scaglietti.
Su administrador, Mauricio Scaglietti, reconoció que la situación ha estado muy complicada desde julio del año pasado.
“Hay cierre de locales de todo tipo, desde los recientes hasta los establecidos hace muchos años. Se puede ver en La Gloria, el tamaño de la tienda ha disminuido. Aquí nosotros tenemos cierta clientela que todavía viene, pero el centro de San José se ha convertido en un problema por la falta de parqueo, la seguridad, algunos dicen que es mala, otros que no”, comentó.
Agregó que tanto cierre es principalmente a causa del IVA, porque en San José ningún local paga de alquiler menos de ¢670 mil, que es la base exenta de pagar ese impuesto, sino que ahí los precios van desde los $12 mil (casi ¢7 millones) y los $10 mil (casi ¢6 millones).
A esto, Scaglietti le suma el exceso de impuestos que deben afrontar los comerciantes, pues aseguró que para ellos poder colocar una caja de mercadería en Costa Rica, ya han pagado el 48% del valor en impuestos.
“Aquí los que quedamos tratamos incansablemente de continuar, es un esfuerzo enorme para no descuidar a la clientela que tenemos. Nosotros teníamos unos proyectos a largo plazo, ahora están en stand by. El año pasado tuvimos que recortar personal. Pero si llega el momento tendremos que irnos. Uno no ve que la situación mejore”, reconoció el administrador.
Patentes se mantienen
Curiosamente, la Municipalidad de San José no reporta una caída en la cantidad de patentes ni en sus ingresos.
En el 2017 se pidieron 1745 y renunciaron 1180; en el 2018 se pidieron 2069 y renunciaron 1140; mientras que el año pasado se solicitaron 2047 y renunciaron a ellas 1206.
“Esta situación de los cierres es un problema que se está dando en todo el país, hay una contracción de la economía que se siente en muchos locales y nosotros tenemos la esperanza que los esfuerzos que se están realizando provoquen una reactivación económica”, aseguró Johnny Araya, alcalde de San José.