Durante muchos años, David Zúñiga no se animó a jugar rugby, por miedo a ser expuesto y a la forma en la que lo podían tratar en un equipo, debido a su homosexualidad.
Hace 12 años decidió vencer ese temor y se inscribió en un equipo sin decir nada, aunque fue en su actual club, el Coronado Rugby Club, al que llegó hace cinco años, que les comentó a su entrenador y compañeros que es gay.
“Siempre me ha gustado el rugby, pero tenía una mezcla de sentimientos: miedo, imposibilidad, vergüenza. Es algo extraño que te impide llegar ahí, es un temor a ser expuesto, a ser evaluado más detenidamente y que eso te costara minutos dentro de la cancha o te afecte la manera en la que te ven como jugador. Hubo muchas cosas que hicieron que alargara mi llegada al deporte”, señaló.
David es el tercer protagonista de la campaña “Sí, Acepto”, que busca sensibilizar a la población sobre el matrimonio civil igualitario y a través de su participación alza la voz para que se las personas de la comunidad LGTBIQ sean respetadas en el campo deportivo.
Anteriormente dimos a conocer los casos de Ana María y Priscilla y de sus familiares y de la forma en la que sus seres queridos las aceptaron dejando a un lado su orientación sexual.
“Desde hace algún tiempo doy una lucha por la aceptación de las personas homosexuales en los espacios deportivos. Hay que combatir la homofobia en el deporte, conozco muchos deportistas que no tiene la confianza para manifestar su inclinación sexual y creo que eso depende de la asociación deportiva en la que uno esté”, dijo.
Un condicionante
David es médico y comentó que cuando era niño, su abuelito lo llevaba a ver los partidos de rugby del equipo que creó el Liceo Franco Costarricense.
“Me ponía a ver los partidos desde la malla del Franco. De joven nunca pensé jugar por el hecho de ser homosexual, fue algo que sentí como una limitante para poder desarrollarme como deportista, porque a los homosexuales se nos enseña que no pertenecemos a esos espacios, así que tuve que romper con esa violencia para acceder al deporte como un derecho”, expresó.
Zúñiga es el tercero de cinco hijos y aseguró que a los 17 años se dio cuenta de que tenía una orientación sexual distinta.
“Mi familia se lo tomó muy bien y no sentí ningún rechazo por parte de mis papás ni de mis hermanas”, afirmó.
“Es la pasión más grande de mi vida”
David, de 35 años, llegó tarde al deporte.
"Me incorporé a los 23 años al Häkš Rugby Club. Con ellos jugué seis años y en ese tiempo no revelé mi orientación sexual, aunque era un secreto a voces. Por un tiempo dejé de jugar porque me lesioné y desde hace casi seis años volví a jugar, esta vez con el Coronado Rugby Club, un equipo que es mi casa, mi familia.
“Cuando llegué a Coronado lo hice con otra perspectiva, porque esconder mi orientación sexual no era una opción y el primer día de entrenamiento pedí un espacio y para hablar con el equipo y decir: 'soy homosexual y deseo jugar rugby porque quiero dar lo mejor de mí, no vengo a buscar maes ni ver qué me levanto, no soy un pervertido”, afirmó.
El deportista recordó que en general la respuesta fue muy positiva y tiempo después, algunos compañeros le agradecieron su valentía y cómo su confesión cambió el concepto que tenía sobre la homosexualidad.
“El rugby es uno de los deportes más abiertos y respetuosos que hay, me considero privilegiado de jugar rugby y creo que la mayoría de las personas deberían tener acceso al deporte. El rugby es un conjunto de valores muy buenos que tratan de explotar al máximo al jugador. Es la pasión más grande de mi vida”, expresó.
Sensibilizar
David lleva algún tiempo contando su historia y eso sirvió para que le pidieran participar en la campaña.
“He contado mi testimonio en instituciones y cuando la producción me contactó no me dijeron mucho, solo que querían grabar con el equipo. No sabía lo que dijeron mis compañeros hasta que vi la presentación de la campaña y me conmovió mucho, me sentí apoyado y las palabras de mis compañeros fueron el reflejo del equipo”, aseguró.
El deportista considera que la campaña permitirá a otros deportistas mostrarse tal y como son y hará que muchas personas cuestionen las cosas de forma diferente.
“Una vez en una concentración me preguntaron si me gustaban las mujeres. En mi caso, este tipo de preguntas me las tomo con calma, pero no todos pueden enfrentar esta presión como lo hago yo. Creo que en el centro de muchas disciplinas está el heterosexualismo como una norma para acceder al derecho del deporte”, añadió.
Para Zúñiga, la expectativa de la campaña se ha superado con creces.
“Algunos pueden estar cansados de que se hable del tema, pero esta campaña no es de información, es de sensibilización. Busca mejorar el ambiente para el momento en que llegue el matrimonio civil igualitario. Al fin y al cabo buscamos igualdad, los playos somos personas, tenemos rostro, contribuimos a la sociedad, somos normales y no hay nada raro sobre nosotros", comentó.
“Un compañero excepcional”
Hugo Rojas es compañero de equipo de David y participó en la campaña por el aprecio que siente por el jugador.
“David es como un hermano dentro y fuera de la cancha, es un compañero excepcional y cuando he necesitado de su ayuda ha estado ahí para apoyarme”, expresó.
Rojas dijo que cuando le pidieron participar en la campaña no dudo en dar la cara.
“Yo no sabía que era a nivel nacional, pero me dio igual, solamente sentí nervios por los comentarios que iban a hacer, porque se darán buenos y malos comentarios. Me sorprendí porque esperaba que algunas personas no lo tomaran bien, pero fue todo lo contrario. Creo que la campaña va bien encaminada hacia su objetivo, el de crear conciencia”, contó.
El jugador reconoció que cuando Zúñiga le dijo al equipo que era homosexual estaba lesionado, por lo que él luego se lo comentó por aparte y admite que no le tomó mayor importancia a su confesión.
“A mí eso no me importa, para mí todas las personas somos iguales y muchas veces se teje un concepto erróneo de la homosexualidad, pero él ha ayudado a todos a abrir los ojos y a entender que son personas con derechos y obligaciones”, manifestó.