Al excandidato a alcalde por Alajuelita Alfonso Yu parece que le cayeron las siete plagas encima.
A este comerciante parece que no fue suficiente que un toro le pegara un levantín durante las fiestas cívicas de este populoso cantón josefino en plena campaña política, ya que ahora está confinado en Guayaquil, Ecuador, uno de los países que más ha sufrido en América Latina por culpa del COVID-19.
LEA MÁS: Candidato a alcalde por Alajuelita: "Un toro no me puede parar"
La salvada es que así como Yu no se arrugó ante el levantín de más de cuatro metros que le pegó el toro en enero pasado y que le dejó un brazo fracturado y muchos golpes tampoco se arruga ante la ruda situación que enfrenta en la actualidad debido a su brete.
Y es que las escenas que se viven en Ecuador son dantescas. El domingo las autoridades retiraron casi 800 cuerpos de personas fallecidas en sus viviendas en Guayaquil, ya que los hospitales y las funerarias están colapsados.
A Yu le pasan diariamente videos de lo que ocurre alrededor, los cuales son captados por los propios habitantes. En estos ve cuerpos abandonados y tirados en las afueras de casas, comercios y hospitales. También observa con frecuencia mensajes de auxilio de familiares que piden ayuda para enterrar a sus muertos.
Yu se encuentra en un edificio de apartamentos, ubicado a unos 10 minutos del centro, comenta que es como la distancia que hay entre San José y Escazú. El jaló a Ecuador poco después de finalizar la campaña, por lo que tiene más de dos meses de estar en ese país.
LEA MÁS: Candidato a alcalde por Alajuelita fue levantado por un toro por pedir votos en un redondel
Él tiene una compañía de exportaciones en ese país, desde donde exporta mariscos, carne, frutas y madera a China, Singapur, Corea y Malasia, pero ahora tiene todo varado debido a la pandemia.
"Yo llevo 26 días guardado en mi apartamento. Aquí hay toque de queda, no se puede salir, solo a comprar comida.
“El Gobierno y la alcaldía de Guayaquil no dan a basto, la gente se tira a la calle, espera como cinco o seis días para que le recojan a un familiar muerto, salen olores muy feos que afectan la salud. Entonces la gente ha optado por quemar los cuerpos en la calle, es una situación horrible”, narró este tico de origen asiático.
Ser fuerte
Asegura que él se encuentra bien, tanto de salud como de ánimo, porque es importante estar fuerte para afrontar una situación así. Como medida preventiva no sale del edificio en el que se encuentra, ya que en la parte de abajo hay un supermercado donde compra lo que necesita y se vuelve a encerrar.
"Yo tengo aquí mi compañía y mi oficina, pero todo está paralizado, los puertos, los viajes, nuestra empresa está muy afectada. Ojalá todo se solucione, sino la afectación a la economía será muy grande”, aseguró.
Contó que el toque de queda allá es de 15 horas diarias, durante ese tiempo no pueden salir ni carros ni personas.
“Aquí hay un buen ejército, la gente cumple el toque de queda porque de lo contrario le ponen una multa o lo meten a la cárcel. Aquí esto es grave, gracias a Dios en Costa Rica han sabido manejar esto muy bien, los felicito", dijo.
El político y comerciante siempre se acuerda de su cantón, cantón, Alajuelita y a pesar de estar con todo cerrado se las ingenió para mandar un cargamento con mil mascarillas para regalarlas entre los vecinos.
“A la gente de Costa Rica le digo que se cuide mucho, esto no es jugado, pónganse mascarillas, me extraña que allá no las usen obligatoriamente”, aseguró.
En este sentido la Organización Mundial de la Salud reiteró el martes pasado que no es necesario que la población sana utilice mascarillas y reiteró que los que sí deben usarlas obligatoriamente son los miembros del personal de salud.
Para la OMS, el uso de mascarillas de tipo médico puede crear una sensación de falsa seguridad y llevar a las personas a ignorar otras medidas, como la higiene de manos o el distanciamiento físico. Además, las personas pueden tocarse la mascarilla, y sin darse cuenta la piel o los ojos y contagiarse.
De terror
A la fecha, las autoridades ecuatorianas han sepultado a unos 600 fallecidos.
Se reportan 7.529 casos, incluidos 355 decesos según cifras oficiales, desde que fuera declarada la presencia del virus el 29 de febrero.
Hay otros 384 casos de personas que probablemente murieron por el virus, pero que no fueron sometidas a exámenes en vida ni sus cuerpos fueron objeto de autopsias para determinar si su muerte se debió a este contagio.