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El coronavirus es como ese familiar que nadie quiere que llegue a la casa, pero que lamentablemente a veces cae sin avisar, por eso todos los centros de salud del país están preparados para armarle la guerra en cuanto les llegue un caso.
Esa inesperada visita llegó a Tiquicia el pasado 6 de marzo, cuando el ministro de salud, Daniel Salas, confirmó el primer caso de Covid-19 en el país (ahora son 27), pero desde antes, el ejército de funcionarios de salud estaba preparado para recibirlo con un protocolo de atención para los pacientes sospechosos de tener el virus respiratorio.
La Teja quiso conocer cómo es la guerra que tienen preparada contra el coronavirus en los centros de salud adscritos a la Caja Costarricense de Seguro Social.
Por eso visitamos el Ebáis de Lourdes de Montes de Oca y los médicos Andrés Velázquez, de ese centro médico, y Andrés Fernández, coordinador de vigilancia epidemiológica del área de salud Carmen - Montes de Oca, nos contaron paso a paso cómo se debe atender un caso sospechoso.
La llegada
El paciente llega al centro médico con tos, fiebre y dificultad respiratoria y le cuenta al guarda los síntomas que presenta.
Este funcionario está capacitado y por eso activa el protocolo para no correr el riesgo de contagiar a otras personas que estén en el Ebáis, clínica u hospital.
Mascarilla
El oficial de seguridad le brinda de inmediato una mascarilla al paciente para contener sus gotas de saliva, ya que si efectivamente tiene el virus, podría contaminar superficies o a más personas.
Aislamiento
Una vez que se le entrega la mascarilla al paciente, el guarda lo lleva al área de aislamiento ya previamente preparada para la atención de los casos sospechosos de COVID-19.
Esta tiene una camilla, un escritorio para que el médico valore al paciente, la vestimenta adecuada y el equipo de toma de muestras para enviar al laboratorio en caso de requerirse.
En el caso del Ebáis que visitamos, dicha sala se encuentra en la parte baja, donde no hay atención de pacientes, para evitar exponerlos.
Aviso
El oficial de seguridad deja al paciente y de inmediato le informa a los enfermeros sobre el posible caso y se encienden las alarmas en el personal.
El encargado de salud le avisa al doctor que esté disponible y este se desplaza al salón para comenzar con la atención médica indicada.
Valoración básica
El médico comienza a valorar al paciente y le pregunta los datos básicos como el sexo, la edad, con quién vive, de dónde es vecino, lugar de origen, si realizó algún viaje. También los padecimientos crónicos del paciente y cuáles medicamentos toma si tiene diabetes, presión alta o asma; le consulta si es alérgico a alguna medicina para saber con qué tratarlo.
En caso de que haya viajado se le consulta en dónde estuvo, si notó personas enfermas a su alrededor, si estuvo en contacto con personas con coronavirus, cuántas personas viajaron con él, si alguna de ellas ha presentado síntomas.
También le preguntarán hace cuánto comenzó a presentar síntomas y cuáles, además se le hace un examen físico para escuchar el corazón y los pulmones.
Carlos Campos, técnico de atención primaria del Ebáis de Lourdes de Montes de Oca, fue quien sirvió de modelo en el simulacro de atención como caso sospechoso.
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El respondió que tiene 36 años, que es vecino de Vargas Araya y que en días anteriores había viajado a Italia con su esposa y su hija de once años.
“A mi regreso, hace una semana, no tenía síntomas, pero desde hace dos días tengo tos, fiebre y malestar de cuerpo. Estuve en Roma, Italia, y en el hotel había una persona enferma, pero pensamos que era una gripe cualquiera”, explico Campos.
Como estas respuestas ya comienzan a dar alertas de que sí puede ser un caso de coronavirus, el médico se debe preparar para hacer la prueba
Vestimenta especial
Para poder hacer la prueba que se mandará al laboratorio del hospital Calderón Guardia, al que está adscrito el Ebáis de Lourdes, el médico debe ponerse un traje especial que consta de lentes, gorrito, una mascarilla N-95 que es la más segura, bata de nivel 2 y guantes estériles.
Toma de la muestra
Con la cabeza del paciente ligeramente inclinada, se debe introducir el hisopo plástico y flexible hasta el fondo de la faringe, para tomar la muestra que se enviará al laboratorio.
Según comentaron los médicos, es una prueba incómoda y algo dolorosa, pero de ahí deben salir las muestras que los sacarán de dudas.
Empaque especial
“Una vez tomadas las muestras, estas se empacan en un medio especial para poder llevarlas al laboratorio, donde se les hace la prueba de panel respiratorio (registra todos los virus que circulan comúnmente en el país) y si se identifica uno de esos, sabemos qué es eso lo que tiene. Si da negativo se envía otra muestra, que se le toma en el mismo momento y de la misma forma, a Inciensa, donde se le realiza la muestra para COVID-19”, explicó el doctor Fernández.
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Los resultados del panel respiratorio normalmente están listos en unas dos horas, las pruebas de Inciensa pueden tardar de 24 a 72 horas, dependiendo de la demanda que haya.
Basura peligrosa
Una vez realizada la prueba, el médico se deshace del equipo especial en el basurero de material peligroso, para evitar que las partículas contaminadas lleguen a una persona sana y la enferme.
Para la casa
Una vez finalizada la prueba, el paciente es enviado a su casa, si se siente en buenas condiciones, para que inicie su aislamiento mientras llegan los resultados del laboratorio. Si tiene una dificultad para respirar que comprometa su vida, se le traslada a un hospital nacional.
Es importante que el paciente sepa que una vez que sea detectado como un caso sospechoso, además de la valoración médica se le van a llenar ciertos documentos, uno es la boleta de notificación obligatoria y otro es la ficha de investigación de casos, que les proporciona la información acerca de actividades, lugares visitados, síntomas, antecedentes personales y patológicos, para poder darle seguimiento en caso de que sea de su área de salud o remitirla a la correspondiente si es una persona de Guanacaste que andaba de paseo por Chepe, por ejemplo.
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