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(Video) Clínica veterinaria ve a mascotas con técnica “libre de miedo”

Mascotas le hacen frente a la atención médica sin el estrés que se les ve a menudo

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La vida de las mascotas tiene una parte que las acongoja tanto a ellas como a los dueños: las visitas al veterinario.

Lo bueno es que no siempre tiene que ser de esa forma.

Aunque no conozcan a la doctora su mascota terminará amándola. Foto: Cortesía (Cortesía)

La médico veterinaria Andrea Jiménez, de la clínica MediVet --en Curridabat-- se certificó como especialista en “fear free” (libre de miedo), una forma de trabajar con los animales que busca que tanto perritos como gatitos (las mascotas más comunes, se sientan tranquilos y felices cuando su humano preferido los lleva al doctor.

“Los profesionales que trabajamos con animales, como los veterinarios y los groomers (aquellos que los ponen guapos), buscamos el bienestar emocional y el físico por igual. Esto implica que para poder revisar a un paciente o tan solo bañarlo, debemos tener en cuenta si está con miedo o ansiedad para darle un espacio y respetar sus emociones”, explicó la especialista.

Como las personas, los animalitos también asocian experiencias. Si en un lugar se sintieron a gusto, no tendrán problema en volver.

A la medida

Toda la clínica se adaptó para darles a los peluditos un rato relax, puras tejas, tuanis.

“Antes de MediVet no tenía idea de que existía la técnica ‘fear free’. Ir al veterinario era estresante no solo para mis mascotas sino también para mí. Desde que empezamos a traer a Kai y aplicaron la técnica fear free con nosotros todo ha sido increíble. Ir al veterinario ahora es como un paseo. Además hemos aprendido técnicas para que desde que salimos de la casa todo sea tranquilo y libre de estrés”, nos dijo Mónica, la mamita de la gata Kai.

Mientras este perrito se relajó tanto que se durmió, la doctora aprovecha para revisarlo. Foto: Cortesía (Cortesía)

Después de llegar no deben esperar mucho ya que en la clínica tratan de cumplir el horario de la cita, pero por aquello de cualquier emergencia, tienen una sala de espera para los gatos y otra para los perros. Si por alguna razón deben quedarse internados se ponen juntos los animales de la misma especie y de acuerdo a sus niveles de ansiedad y temor.

“Si un perrito tiene mucho miedo, puede llegar a congelarse, forcejea, por lo que nos detenemos y le damos espacio, hablamos con su propietario y hasta cambiamos la cita si no se relaja”, explicó Jiménez.

Bien entrenados

Para conocer mejor al animalito, los dueños deben llenar un formulario en el que explican qué les gusta y qué no.

La doctora Jiménez cuenta en su clínica con un especialista en conducta animal. Además, la profesional de peluquería también se ha especializado en la técnica “libre de miedo” ya que es uno de los procedimiento que generan mayor ansiedad, miedo y estrés a las mascotas durante la visita a las clínicas veterinarias.

Hay salones separados para perros o gatos según sus niveles de estrés y ansiedad. Foto: Cortesía (Cortesía)

La información que se obtiene del cuestionario inicial permite diseñar un plan para cada mascota y que involucra, claro, a sus parientes humanos.

Al llegar a la clínica, a la mascota le analizan la conducta y cómo anda de miedo, ansiedad y estrés. Una vez terminada la consulta se repite.

“Un animal con niveles altos de miedo en el consultorio le dificulta al médico realizar un chequeo completo y detallado. El miedo genera cambios en su estado físico, por ejemplo, alteraciones en la presión arterial, temperatura, frecuencia cardíaca y frecuencia respiratoria”, explicó la veterinaria.

La doctora les enseña a sus nuevos clientes desde cachorros esta filosofía. Foto: Cortesía (Cortesía)

En el caso de los exámenes de laboratorio, el miedo puede generar cambios en el conteo de las plaquetas (encargadas de la coagulación), fórmula blanca (células asociadas con las defensas ante infecciones bacterianas y virales) y sube la glucosa, especialmente en gatos.

Dichas alteraciones pueden llevar con facilidad a un mal diagnóstico y a un mal tratamiento.

Algunas de las prácticas libres de miedo que se aplican durante las visitas a la clínica son tiempo adicional con cada animal para generar confianza, uso de juguetes y dar premios, revisión donde la mascota se sienta más a gusto (como el regazo del dueño o de la doctora, en el suelo mientras juega) y control de estímulos visuales, auditivos, olfativos y táctiles que puedan asustarlos.

Según datos procesados por MediVet, de todos los gatos y perros que han atendido, solo 29 de cada 100 ingresaron a la clínica felices, tranquilos y con deseos de jugar. Después de aplicar las técnicas para alejar el miedo, durante el chequeo médico y las inyecciones se logró subir a 80 de cada 100 en los gaticos y 93 de cada 100 en los guaticos.

Karen Fernández

Karen Fernández

Periodista con una licenciatura en Producción de Medios. Forma parte del equipo de Nuestro Tema y tengo experiencia en la cobertura de noticias de espectáculos, religiosos, salud, deportes y nacionales. Trabajo en Grupo Nacion desde el 2011.

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