Los tiempos ilegales han sido una piedra en el zapato para la Junta de Protección Social (JPS) desde hace años y por más que la institución ha buscado mejorar los premios y crear juegos más llamativos para sus clientes, le ha sido imposible sacarlos de circulación.
Lo curioso es que los que manejan estos juegos ilegales se frotan las manos pues podrían ver mejoras en su negocio, gracias al anuncio que hizo el Gobierno este jueves en el que pretenden imponerle un impuesto del 25% a los premios de la lotería superiores al 50% de un salario base (¢450.200). Es decir, que si usted pega de ¢225.100 para arriba, le darán un garrotazo.
Conversamos con una persona que vende tiempos clandestinos en los barrios del sur y que tiene puestos en barrio Cuba, Sagrada Familia y Hatillo 3, quien está todo contento con la noticia.
"Mientras más impuestos quieran ponerle a la lotería oficial, más tiempos clandestinos vendemos nosotros. He hablado con varios tiemperos y nosotros celebramos esas ideas del Gobierno. Además, estamos como que no lo creemos, porque eso es pegarse un balazo en el pie para ellos.
“Antes de la pandemia los clandestinos venían creciendo mucho, llegó la pandemia y la Junta paró de vender, pero nosotros no, si en Costa Rica no había lotería, vendíamos con la dominicana o la panameña, incluso metimos la hondureña y hasta de Puerto Rico. Siempre vendimos. Sí cerramos un par de días, pero la misma gente nos pedía que abriéramos”, explica el tiempero.
Los vendedores de clandestinos están que le prenden una velita al presidente Carlos Alvarado, para que por favor no se eche para atrás con el impuesto a la lotería oficial.
“Estamos contentos, pero a medias, falta que el impuesto se apruebe para pegar el gran golpe. Estamos seguros que la gente comprará más clandestinos porque mientras quieren quitarle a la gente cada vez que pega, nosotros, los clandestinos comenzamos pagando 75 veces más de lo invertido, luego pasamos a 80, después a 85 y ya vamos por 90, eso a la gente le encanta… la plata jala plata y quien quita plata pierde la carrera en esto de los tiempos”, agregó.
Chanceros coinciden
En la acera de al frente, uno de los que cree que este sería el golpe definitivo para ellos es don Gerardo Sibaja, el chancero más suertudo de San Carlos y quien ha vendido varios premios mayores de la lotería. Además de uno de los acumulados y del gordo navideño del 2019.
“Ojalá que no pase eso porque se nos pone fea la situación a los vendedores de lotería. Cobrando la cuarta parte del premio la gente no va a comprar, se van a inclinar por jugar tiempos clandestinos porque les va a pagar más”, explicó don Gerardo.
Él dice que ha hablado con otros vendedores y todos están muy preocupados y cruzando los dedos para que este plan no pase.
Agregó que es demasiado lo que pretenden cobrar y espera que la Junta de Protección Social (JPS) se pronuncie en contra, porque si les va mal a los vendedores, la Junta también la verá fea.
Esmeralda Britton, presidenta ejecutiva de la Junta, le dijo a La Teja que no se referirán aún a este tema, pero admitió que la Junta Directiva de la institución ya se encuentra analizando el caso, por lo que en unas dos semanas podrían tener una posición al respecto.
La medida forma parte de la propuesta que el Gobierno quiere hacerle al Fondo Monetario Internacional (FMI) para que le preste al país la chocosca que necesita para salir de la crisis económica que vive, especialmente ahora por los ingresos que ha dejado de recibir por causa de la pandemia.
Hagamos números
Miles de costarricenses recurren a los chances y a la lotería nacional con la esperanza de pegar alguito que les permita pagar deudas o cumplir el sueño de comprarse una casita.
Así que para ellos cayó como balde de agua fría semejante anuncio.
Por ejemplo, si nos basamos en los premios del Gordo Navideño del 2019, los ganadores de un pedacito, pegaron ¢50 millones, de haber estado vigente esta ley, les habrían rebajado ¢12,5 millones, o sea, que el premio en realidad sería de ¢37.500.000.
LEA MÁS: ¡Qué miado! Jugador gasta ocho rojitos al día en tiempos y no ha pegado nada
Es decir que para medio tener la opción de comprarse una casa, deberá pegar, al menos dos pedacitos, para ganarse ¢75 millones, luego de que le “quiten” 25 melones y sin derecho a hacer caritas.
Para comprar esos dos pedacitos se deben soltar cinco mil colones de un solo, que representa para muchos hogares la bolsita del arroz, los frijoles y alguito más que le arrime para que coma la familia al menos una quincena, dependiendo de cuántos sean en la casa.
Por ejemplo, un entero de la lotería que normalmente se jugaba los domingos (ahora con la pandemia las fechas han variado bastante) le paga ¢250 mil el entero, ya ese premio entraría entre los que le quitan la cuarta parte ¢62.500, es decir que en realidad lo que le estarían pegando sería ¢187.500. Pero no es cualquiera el que puede comprar un entero de la lotería y más ahorita que el coronavirus ha golpeado las finanzas de la gente y que hay más de 557 mil desempleados.
En tiempos ilegales todo es diferente, ya que si usted le apunta mil colones a un número y pega, puede ganarse entre ¢80 mil y ¢90 mil colones, según lo que pague el lugar donde los compre.
Si bien, algunos dicen que ganar la lotería es plata que no tenían y que cualquier premio es bienvenido, hay otros que sienten injusto que les quiten tanta plata, máxime que cuesta un mundo pegarse un premio de estos.
LEA MÁS: Conozca al chancero repartidor de millones en San Carlos