Justo este 19 de octubre, cuando se celebra el Día Mundial contra el Cáncer de Mama, doña Jessica Blanco, tenía su particular fiestón de vida porque después de un año de proceso terminó su radioterapia. En abril pasado terminó la quimioterapia.
A doña Jessica nos la encontramos sonando la “campana de la vida” en el Hospital México; esa campana que solo tocan los que vencieron al cáncer, como ella, quien superó al cáncer de mama. Una vez dejó de sonar esa campana conversamos con ella un ratico entre lágrimas y profunda felicidad.
“Aquí estamos cerrando ciclos. Es una batalla que solo los que pasamos por aquí sabemos lo que significa. A pesar de que contamos con el apoyo de nuestros seres queridos, con toda la gente que nos ama, es un proceso muy duro, un cambio de vida absoluto.
“De la mano de Dios todo es posible, todo se puede llevar. Siempre hay una mejor forma de llevar las cosas. A través de este proceso, que además es de gran crecimiento, pude entender que no estamos solas, que no solo me pasa a mí o a mi amiga, que somos un montón en este doloroso mundo. Juntas somos más fuertes.
“Hay que informarnos, aprender, para poder empoderarnos de nuestros procesos, para poder seguir adelante con más fortaleza y más fortalecidas como mujeres”, nos comentó esta vecina de Santa Ana, quien es fotógrafa profesional.
Esas campanadas de este 19 de octubre fueron muy esperadas por esta guerrera y toda su familia. No olvida que desde el primer día que tuvo quimioterapia escuchó dos veces sonar la campana y se cargó de motivación. “La campana te motiva demasiado y te pone en la cabeza de una vez la posibilidad de que uno en algún momento la va a tocar.
“Cuando el momento de tocar la campana llega, es simplemente espectacular. Es un momento enorme para el corazón, para el alma, para la familia. Lógicamente, toda la honra y la gloria a Dios que es quien nos tiene aquí de pie, sanas y para comenzar de nuevo”, comentó.
Antes de irse a celebrar a lo grande con su esposo, Dennis Vargas, y su hija, Mariana Vargas de 8 años, aseguró: “Tiene que ver mucho la actitud positiva con que uno enfrente el cáncer de mama. Usted puede tener los mejores médicos, el mejor tratamiento, pero si no tiene actitud, pues sí se puede también, pero es más difícil. Uno debe ser todo motivación y positivismo”.
Gran fiestón
En los salones de quimioterapia del Hospital México, el personal de salud armó un tremendo fiestón de motivación para los pacientes que estaban recibiendo su tratamiento. Música, flores, mensajes positivos, globos rosados, un arbolito de motivación y hasta la presencia del periodista Marcelo Castro, fueron parte de la celebración.
Desde las 9 de la mañana los pacientes vieron cómo el ambiente se les alegró y eso provocó que la quimioterapia del día fuese un poquito más llevadera. Lo mismo se vivió en los diferentes hospitales del país como el de Guápiles y el San Rafael de Alajuela.
Hablamos de que el México atiende 110 pacientes por día, de lunes a viernes de 7 de la mañana a 4 de la tarde.
También, se atienden pacientes en jornada extraordinaria de 4 de la tarde a 8 de la noche de lunes a viernes, para un total de 24 pacientes más por día en esa otra jornada, según nos lo confirmó Elizabeth Hernández Clavera, supervisora de Oncohematología del Hospital México.
La Organización Panamericana de la Salud, asegura que nuestro ministerio de Salud a través de la Dirección de Vigilancia de la Salud, registró 416 fallecimientos por cáncer de mama durante el 2021, lo que representa una baja del 2,6% en comparación con el 2020 en donde se registraron 427 decesos.
Doscientos treinta y cinco de los fallecimientos por cáncer de mama registrados en el 2021, se ubican en el grupo de edad de 40 a 69 años. La provincia con mayor tasa de mortalidad por cáncer de mama es Cartago, llegando a 18 muertes por cada 100.000 mujeres.