Festejarle los cien años a una querida vecina no ocurre todos los días, por lo que los residentes de la tercera etapa de la urbanización El Encanto en Calle Blancos, se pusieron una flor en el ojal con Dea Josefa Sánchez Sánchez, mejor conocida como doña Yaya.
La centenaria mujer llegó a su siglo de vida el pasado viernes 1 de abril, pero la pachanga se la organizaron para el día siguiente, con el fin de que nadie se perdiera la actividad.
Una de las encargadas de organizarlo todo y de la cocinar para 200 personas fue doña Rocío Martínez, quien tuvo apoyo de sus hijos Valeria y Aarón León.
Valeria y Aarón, de 13 años, le pusieron bonito a la decoración de la calle con globos y coloridas serpentinas y se apuntó tanta gente porque doña Josefa tuvo una pulpería en el barrio y todos las conocen y la quieren.
La idea empezó a tomar forma durante la celebración del Día de la Madre del 2021, ya que ese día las vecinas del barrio se organizaron y prepararon un cafecito para las mamitas del barrio, así que doña Yaya aprovechó para tirar la chinita de que le gustaría festejar su cumpleaños número 100.
“Ella nos contó que iba a cumplir 100 años y que su sueño era tener una fiesta. En ese momento pensamos que sería bonito hacerle una fiesta y quedamos en hacerla, pero no movimos nada hasta que faltaban 15 días. Al principio sería Harold Montenegro quien iba a organizar la fiesta, pero salía muy tarde y no podía comprometerse”, explicó doña Rocío.
La vecina nos contó que al principio la idea era hacer una carne asada, pero como se sumaron tantas personas y la carne está tan cara, optaron por cambiar el menú al infaltable de las fiestas y hacer un arroz con pollo, ensalada y papitas tostadas.
“Todo el barrio cooperó, yo me fui casa por casa invitando a los vecinos y pidiéndoles su colaboración”, contó Martínez.
Muy querida
Doña Josefa nunca tuvo hijos, pero quiere a Petronio Marcenaro, quien en realidad es su primo segundo, como si fuera su hijo. Él vive con ella.
La fiestota arrancó a las tres de la tarde y fue terminando a las 9 de la noche, pero la comenzaron temprano porque por lo general doña Yaya se acuesta a dormir a las ocho de la noche, uno de los secretos de vivir muchos años, descansar bien.
La organizadora, se encargó además de ir a recogerla y emperifollarla, así que le tocó dejarla toda guapa con el vestido y el maquillaje, lo que la puso tan contenta que hasta salió bailando y cantando de la casa. Incluso hasta dijo que se sentía más joven, que a ella los cien años la rejuvenecieron.
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“Estaba desesperada desde la mañana del sábado porque vio que estaban decorando la calle y se preguntaba a qué se debía, pues le dije que el sábado la invitaba a tomar café”
Además del plato fuerte, otros vecinos se apuntaron a llevar refrescos, dos queques grandes y unos cupcakes, arroz con leche, hasta piñata, entre otras cosas para compartir con los asistentes.
Fue tal la pachanga del sábado que toda la gente amaneció cansada el domingo.
Pulseadora
Doña Josefa, nació en Diriamba, Nicaragua, pero se vino a Tiquicia huyendo de la revolución contra Anastasio Somoza, a finales de los setenta. Acá comenzó a pulsearla con minisúpers.
El primero súper lo abrió en el centro de Moravia, se llama Súper Único, que aún existe aunque con otro propietario y está ubicado en la esquina suroeste de la iglesia.
El segundo negocito lo llamó Súper Roxana, en San Francisco de Dos Ríos y el último lo abrió en el barrio y se llama Súper Yaya (lo cerró hace 12 años), en honor a su mamá, de ahí que todos la conozcan con ese nombre y le digan así de cariño, según nos contó Petronio.
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“Es una persona muy servicial y siempre ayudó mucho al barrio cuando tuvo la pulpería, es una persona muy tranquila y solo vive con Petronio”, dijo Rocío.
Durante su vida en Nicaragua se desempeñó como modista desde los 14 años y muchas de las mujeres a las que les hizo sus vestidos de novia, le mandaron sus felicitaciones desde varias ciudades del mundo donde actualmente viven.
Y como lo que bien se aprende nunca se olvida, todavía le encanta coser y bordar.
Celebración previa
Petronio nos contó que había tenido una celebración pequeña en la casa con un cafecito el propio día del cumpleaños.
“Es muy trabajadora y alegre, pero estricta a la vez. Tiene mucho don de gente y muy sociable. Estaba muy agradecida con todos los que participaron en la celebración”, contó Petronio.
Petronio nos contó que está muy lúcida y que le encanta ejercitar la mente con ejercicios que ponen a prueba sus conocimientos matemáticos.
“Es muy quisquillosa y no le gusta quedarse con cualquier persona, por eso pasa algunos ratitos sola, mientras me voy a trabajar unas horas con una plataforma de transporte que me permite estar atento a ella en todo momento”, explicó su hijo.
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