Mientras catrineaba la tumba de su papá, don Carlos Noguera nos comentó que cuando era niño lavó tumbas para ganarse una platica. A don Carlos nos lo encontramos este 2 de noviembre, Día de los Muertos, en el cementerio Obrero, en San José.
“Chiquillo lavé tumbas para ganar dinero, ahora la que lavo es la de papá. Tengo 63 años y a principios de los setenta, cuando tenía diez años, todos los dos de noviembre iba con un grupo de amiguillos a lavar tumbas a este cementerio y otros de San José, la cosa era ganarse la platica.
“Era un día buenísimo y llegábamos muy temprano a los cementerios para poder hacer como mil colones, que en aquel entonces era un platal.
“Si una persona nos pedía chapeada, pintura y lavado de tumba, todo junto, eran como doscientos colones. Solo la lavada se cobraban cien colones y solo la chapeada setenta y cinco colones. Era un verdadero aguinaldo en noviembre”, recordó este vecino del josefino barrio Cristo Rey.
También estaba bien empunchada lavando la tumba doña Ligia Ramírez, la mamá de don Carlos y viuda de Ojedis Noguera, quien falleció hace 11 años. “Estaríamos cumpliendo 63 años de casados este 2023″, comentó doña Ligia.
Ellos llevaron el jabón en polvo, un cepillo de raíz y una tacita pequeña.
“Cada día viene menos gente a los cementerios, incluido el dos de noviembre. Recién enterrado papá aquí, hace once años, era demasiada la gente un dos de noviembre, ahora no. Ya no nos preocupamos por nuestros muertos, como antes”, dice con pesar don Carlos.
A media lavada de la tumba, doña Ligia se apartó un poco mientras cogía un poquito de aire. Nosotros pensamos que era por el recuerdo del esposo, con quien compartió 52 años de matrimonio, pero no fue por eso.
“El próximo veintiuno de noviembre cumplo tres años de haber sido atropellada por un carro. Quedé tirada en el suelo y pasé como tres meses internada entre el hospital San Juan de Dios y el Cenare (Centro Nacional de Rehabilitación). Fue al puro inicio del covid-19″, recordó doña Ligia.
Mientras la mamá conversaba con nosotros, el hijo le ponía bonito a la limpiada con el cepillo de raíz. Les tocaba ir a un tubo cercano por agua, pero como salía un chorrito muy pequeño duraban tamaño poco llenando el baldecillo rojo.
“Es tiempo de pintar la tumba de papá. No hemos tenido el dinero suficiente para comprar la pintura, pero dentro de pocos días estoy seguro que volveremos con la pintura blanca para dejarla otra vez bien hermosa.
“Trato siempre de traer a mi mamá porque a ella sí le hace falta venir. Ella duró siete años llorando todos los días tras la muerte de papá. Cuando ya tiene varios días de no venir comienza a pedir que la traigamos. Para nosotros el dos de noviembre es un día especial, un día en el cual no se puede faltar al cementerio. Es un día para compartir con esa persona que tanto nos alegró la vida cuando estuvo con nosotros”, asegura don Carlos.
Cada vez menos
Don Carlos nos aseguró que cada vez ve menos gente visitando los cementerios y también lo confirman Juan Carlos Gutiérrez y Josué Román, dos jóvenes que nos topamos vendiendo flores a la entrada del cementerio General, en San José.
“Tenemos ya varios años de pulsearla vendiendo flores en los cementerios y sí, cada vez viene menos gente durante los días importes como hoy (2 de noviembre), Día de la Madre y Día del Padre.
“Pasa lo mismo con la venta de flores, cada vez vendemos menos. Antes pasaba que no había llegado el mediodía y ya estábamos pidiendo otro montón de flores porque todo se vendió, ahora con costos vendemos una tanda y hasta las cuatro de la tarde. Vendemos menos y la gente ahora pide ramitos muy pequeñitos”, explica Juan Carlos.
Estos pulseadores ya no se la juegan pidiendo una cantidad grande de flores, prefieren ir poquito a poquito porque les ha tocado días que no logran vender todo y la inversión que hicieron para ganarse una platica terminó en pérdida.
Casi 15 mil
De acuerdo a los datos oficiales del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), entre el 1 de enero y el 30 de junio de este 2023 fallecieron 14.923 personas. La mayor cantidad de muertes se registran en la provincia de San José, con 6.037.
Además, en Alajuela, 2.540; en Cartago, 1.432; en Heredia, 1.191; en Guanacaste, 1.247; en Puntarenas, 1.318 y en Limón, 1.158. En los primeros seis meses de este 2023, el mes en que más personas fallecieron fue enero, con 2.918.