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Vaticano echó del sacerdocio a 11 curas ticos en diez años

Religiosos enfrentaron denuncias por abusos sexuales, casi todas contra menores

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El ahora exsacerdote, Mauricio Víquez tiene 9 denuncias en su contra, por abusos sexuales contra menores de edad. Archivo. (Adriana Araya)

La Iglesia católica costarricense se encuentra en un momento que pocos habrían imaginado dos semanas atrás.

El cura Mauricio Víquez tiene orden de captura internacional y Manuel Guevara fue detenido el jueves por el OIJ (salió libre el viernes con medidas cautelares). A los dos se les señala por abusos sexuales a menores de edad, un mal que sacude a la institución mundial desde hace años, sobre todo desde que el miedo se ha ido poco a poco y las denuncias van llegando.

La Iglesia ha reaccionado en algunos casos. Hay quienes dicen que de forma tímida y obligada por las presiones de los medios y de la sociedad.

Entre esas reacciones se encuentran expulsar del sacerdocio a los curas acusados, algo que ya pasó con Víquez, la expulsión más reciente de un total de 11 ejecutadas desde el 2010 a la fecha en las diferentes diócesis del país.

Además hay 6 sacerdotes investigados por abusos sexuales. Uno de ellos es Guevara, quien hasta la semana trasanterior era el párroco de Santo Domingo de Heredia y cuyo caso se suma a otros 5 de la Diócesis de Alajuela que están en investigación y que fueron denunciados en los últimos 9 meses.

Todos estos casos se dan en un momento en el cual las autoridades revisan las acusaciones contra dirigentes católicos y la Iglesia busca la forma de superar una crisis que ha llegado a tocar, incluso, al número tres del Vaticano, George Pell, consejero del papa Francisco y ahora preso en Australia después de que lo encontraran culpable de cinco delitos de abuso sexual de menores.

El papa Francisco y 200 líderes religiosos de todo el mundo se reunieron del 21 al 24 de febrero en Roma para la primera cumbre que vería el tema de los abusos llamada “Protección de menores en la Iglesia”. La primera cumbre para tratar hechos por los cuales se acusa a curas desde hace décadas.

Por Costa Rica iría a a esa cumbre monseñor José Rafael Quirós, pero al final no fue. Cinco víctimas de supuestos abusos por parte del sacerdote Víquez solicitaron al papa Francisco en enero que Quirós no los representara porque supuestamente encubrió a Víquez.

La Conferencia Episcopal de Costa Rica tomó la palabra el viernes y en un comunicado señaló “nos comprometemos a que en el centro de la respuesta a esta problemática (de los abusos a menores) esté siempre la atención a las víctimas de este delito y a sus familias. Nos esforzaremos por escucharlas y acompañarlas, tanto en las denuncias que realicen de estos hechos, como en proceso de recuperación de las secuelas emocionales y psicológicas debidas a estas nefastas conductas".

Este viernes Conferencia Episcopal también ofreció disculpas, un hecho que según el teólogo Alberto Rojas llega tarde.

Lejos del sacerdocio

Alejandro Martínez, vicario judicial de la Arquidiócesis de San José, explicó que la expulsión de un sacerdote quiere decir que no puede volver a celebrar los sacramentos ni a actuar en nombre de la Iglesia. No pueden confesar ni participar en misas por decisión de la Congregación de la Doctrina de la Fe. La orden viene directamente del Vaticano.

En los últimos diez años, la Arquidiócesis expulsó a 7 sacerdotes. El primero fue Gonzalo Muñoz el 26 de noviembre del 2010; le siguieron Orlando Robles el 13 de diciembre del 2013; Sidar Monge el 15 de abril del 2015; German Cordero el 22 de enero del 2016; Ricardo Reyes el 2 de marzo del 2017; Laurence Monge el 21 de junio del 2018 y Mauricio Víquez el 25 de febrero de este año.

La Diócesis de Puntarenas registra un caso del 2010. Al sacerdote se le denunció por abuso sexual verbal contra una mujer mayor de edad.

Juan Carlos Aguilar, vicario general de la diócesis porteña, dijo a La Teja que el cura fue suspendido en octubre de aquel año. Se le denunció por vía canónica y judicial y aunque se desestimó la denuncia penal, la denuncia canónica se mantuvo y desde entonces Aguilar no puede ejercer el sacerdocio.

En la Diócesis de Alajuela, el cura Enrique Delgado fue expulsado en el 2017 a pesar de que la denuncia por abusos sexuales en su contra había sido presentada en el 2005. Delgado fue condenado a 12 años de prisión por abusos sexuales contra menores de edad pero solo descontó 5.

Sixto Varela, vocero de la diócesis alajuelense, dijo que la expulsión de Delgado se resolvió tanto tiempo después debido a que en su momento el expediente se perdió. En esa diócesis hay actualmente 5 denuncias contra curas por abusos sexuales a menores, todas se encuentran en investigación.

La Diócesis de Ciudad Quesada suspendió al sacerdote Francisco Calvo el 21 de diciembre del año anterior por una denuncia de conducta sexual inapropiada con una persona mayor de edad. Calvo fue condenado a 4 años de prisión en el 2004 por un delito de abuso sexual contra una persona menor de edad.

En la Diócesis de San Isidro de El General confirmaron a La Teja que un sacerdote fue suspendido por una denuncia de abuso sexual. El sacerdote William Rodríguez, de la Diócesis de Limón, expresó que no han recibido denuncias por abusos sexuales.

Las Diócesis de Cartago y Tilarán-Liberia no dieron los datos solicitados para esta publicación.

El papa Francisco pidió cero tolerancia en cuanto a las denuncias de abuso sexual. AP (Giuseppe Lami/AP)

Iglesia: estructura que no funciona

Gerardo Vargas, exsacerdote y exdiputado, conoce de cerca a la Iglesia católica y la define como una estructura que ya no funciona.

“Lo que se hace es obligar a las personas que quieren ser sacerdotes a ser célibes en una sociedad que va mucho más adelante de esa exigencia. La Iglesia necesita a los sacerdotes para ejercer el apostolado, pero debe entender que obligar a una persona a ser célibe para ser sacerdote quedó en la Edad Media”, expresó.

A Vargas le parece bien que las personas afectadas por curas vayan y denuncien. Abusar de un menor de edad es un hecho que marca la vida y hechos así no pueden quedar sin castigo.

“Creo que el papa ha venido a traer una voz importante a la Iglesia. Invita a la gente a no callarse las cosas, que debe denunciar. Lo que está pasando a nivel mundial se tuvo que haber hecho hace años porque estamos hablando de dañar a un menor. El mismo Jesús decía ‘quien maltrate a un niño debería amarrarse una piedra al cuello y lanzarse al océano’.

El teólogo Víctor Madrigal tiene un criterio similar al de Vargas.

Las denuncias ponen en evidencia una mala práctica de las autoridades, las personas deben saber que la autoridad eclesial no huele solo a santidad, sino que también huele a pecado y pasamos a descubrir que hay pecados a lo interno de la Iglesia. El clero debe reconocer con humildad el pecado”.

Sin embargo, a la Iglesia le ha costado reconocer sus errores en casos de abusos y papas como Juan Pablo II han sido señalados como encubridores de curas abusadores.

Cero transparencia

Michael Rodríguez afirma que la Iglesia no es transparente en cuanto al manejo de denuncias por abusos sexuales. Jorge Navarro. (Jorge Navarro Trejos)

Michael Rodríguez tiene 39 años. El año anterior acudió a la Conferencia Episcopal para denunciar al sacerdote Mauricio Víquez por abusos sexuales contra él cuando tenía 13 años.

“Era monaguillo de la parroquia Nuestra Señora del Pilar, en La Unión de Cartago. Estos abusos se dieron por cuatro años y ocurrían tanto de forma individual como grupales con otros monaguillos”, expresó.

Rodríguez manifestó que durante este proceso las autoridades religiosas no se han tomado el asunto con la seriedad que merece.

Señaló que tanto José Rafael Quirós, arzobispo de San José, como el hoy obispo emérito Hugo Barrantes sabían de los abusos cometidos por Víquez y por muchos años alegaron ignorancia en cuanto al manejo de la situación.

Lo que hacían era trasladarlo de parroquia o asignarle puestos administrativos en la Curia Metropolitana.

“El problema es que los miembros de la Iglesia se quieren proteger como estructura religiosa, no ponerse del lado de las víctimas. Al día de hoy no hemos sido informados de los avances de la investigación, ni siquiera tenemos copia de la denuncia canónica.

"Pareciera que lo que dijo el papa en la pasada cumbre no ha pasado por ellos. Quisiera ver a monseñor José Ángel Quirós asumir su responsabilidad y aceptar las consecuencias de sus actos. Creo que eso le devolvería la credibilidad a la figura de la Iglesia Católica en el país”, dice Rodríguez.

Con respecto a la expulsión de Víquez del sacerdocio afirmó que el Vaticano aplicó la pena máxima que podía y espera que pase lo mismo con el arzobispo Quirós.

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