Vanessa Castro, diputada del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), está muy dolida porque recibió una bofetada de sus compañeros de fracción en la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
Los legisladores viajaron este jueves a San Carlos previo al importante día y cuando le tocó el turno a los socialcritianos de hacer uso de la palabra en el debate reglado, la diputada Castro fue la única que no subió a la tarima, así que quedó en evidencia que algo pasaba.
Al consultarle a Vanessa si estaba molesta con sus compañeros dijo que sí y contó que todo se debe a que sus colegas de fracción no la defendieron del veto que le dio el Gobierno.
La socialcristiana ha dicho abiertamente que quiere luchar por la presidencia del Congreso, pero parece que no cuenta con el apoyo de los suyos.
“La fracción me comunicó que el Gobiermo me había vetado y yo esperaba una reacción de ellos, pero no la obtuve.
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“Teníamos que subir (a la tarima) para hablar de algo tan importante como lo son esas mujeres que votaron por primera vez y yo no me sentí cómoda de subir con ellos cuando pienso que el Gobierno nuevamente me veta, porque había realizado actos indebidos en el pasado”, dijo Castro.
La legisladora dijo que la primera vez que el Gobierno tomó acciones contra ella se vio afectada profesionalmente. En esa ocasión no hizo nada al respecto, pero esta segunda ya no pudo quedarse callada.
Castro es realista y sabe que después de lo que pasó este jueves ya es prácticamente imposible que llegue a ocupar la presidencia de la Asamblea Legislativa ya que ella misma sabe que ni siquiera tendría los votos de sus propios compañeros.