El padre Douglas Aragón Carmiol, capellán del Hospital Nacional de la Salud Mental Manuel Antonio Chapuí, le pide su ayuda para que done esos legos y rompecabezas que tiene en su casa en perfecto estado, pero que ya no usa.
Nos explica el padre Aragón que tanto los legos como los rompecabezas son ideales para ayudar en los procesos de recuperación de las habilidades motoras de los pacientes del Chapuí.
Ahora bien, si hablamos de echarle el hombro al sacerdote con todas las de la ley, también le urgen libros de dibujo y cuadernos de caligrafía, porque también despiertan la imaginación y con eso se fortalecen las habilidades físicas y mentales.
“Es importante que los legos y rompecabezas estén completos para que así los pacientes se vean motivados a armarlos. Si falta una pieza más bien eso podría provocar un sentimiento de frustración ante un esfuerzo realizado.
LEA MÁS: Estos son los productos que se pusieron más cariñosos en marzo
“Después de 16 años sirviendo en el Hospital Nacional de la Salud Mental y muchas conversaciones con terapeutas y especialistas, las actividades con legos, rompecabezas y cuadernos de dibujo, por ejemplo, logran resultados muy positivos en los pacientes”, explicó el capellán.
El sacerdote advierte que si bien es cierto una enfermedad mental no tiene cura, sí se puede estabilizar, además, nos invita a recordar que en el Manuel Antonio Chapuí hay personas que están debido a situaciones muy diferentes a un problema mental real, por ejemplo, por estrés profundo o depresiones graves; como consecuencia de un accidente o por la pérdida de un familiar, entre otros.
“Hay personas aquí con su capacidad mental bloqueada, pero que no presentan ningún problema mental real y a es a ellos a los que les ayudan este tipo de actividades con legos y rompecabezas”, comentó.
Si usted quiere ayudar al padre Aragón con legos o rompecabezas, o bien quiere ayudar con dinero para que él los compre, puede hacer un SINPE MÓVIL al 8931-5399. A este mismo número se puede llamar al padre para coordinar las donaciones.
Si le queda más cómodo, puede dejar su donación en las oficinas del periódico Eco Católico en la sede de la Conferencia Episcopal en barrio México, San José.
Una de las ideas del padrecito es hacer una exposición de todo lo hecho por los pacientes en la capilla del hospital y así fortalecer la autoestima de los pacientes. Después de unos días, todo se desarma y se vuelve a usar.
El capellán arrancó esta pequeña campaña solito y por redes sociales. En un principio es para beneficiar a los pacientes del Chapuí; sin embargo, el padre Aragón no descarta que se le ayude a otras instituciones o terapistas que trabajan con pacientes en condiciones parecidas.