Si las condiciones económicas y políticas siguen como en la actualidad, unas 500 sodas, bares, restaurantes y cantinas, entre otros negocios relacionados con la comida, estarían cerrando sus puertas antes del próximo 31 de diciembre.
El presidente de la Cámara Costarricense de Restaurantes (Cacore), Eliot Campos Ballard, nos confirma que el sector ocupa mucha ayuda del gobierno la cual piden desde hace varios meses y no les llega.
“Si el sector de la alimentación sigue por el mismo camino que hasta hoy, unos quinientos restaurantes, bares, sodas y cantinas, entre otros negocios, estarán cerrando sus puertas definitivamente.
“Ocupamos ayuda urgente de parte del gobierno, que se fortalezca la reactivación económica porque después de pandemia no hemos regresado a los números de, por ejemplo, el 2019″, asegura Campos.
“Mucha gente puede pensar que, una vez reabierto el país, ahora sí, qué salvada, pero eso no es cierto. Los negocios que no cerraron del todo al reabrir tenían nuevas deudas acumuladas: con la Caja (Costarricense de Seguros Social), con el ministerio de Hacienda, con proveedores. Actualmente tienen arreglos de pago.
“Hablamos de negocios en el sector de comida que reabrieron y necesitan hasta un mayor ingreso que antes porque tienen que pagar mensualmente las nuevas deudas”, asegura el líder del gremio restaurantero.
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“Las materias primas para el negocio han subido como un 15% y nosotros no podemos meterle ese 15% de más a la gente porque se nos cae, ahora si que definitivamente, el negocio, entonces, nos toca asumir esos aumentos. Eso es mucho dinero que dejamos de ganar.
“El sector restaurantero tiene más de 10 años de estar esperando la tal reactivación económica, que tiene que ver con menos trabas para renovar permisos, que las políticas nacionales provoquen que la gente tenga más dinero en el bolsillo para que puedan visitarnos, que haya más actividad turística, porque dependemos en gran medida del turismo”, aclara el presidente de Cacore.