Kristel Acevedo es una costarricense que despegó tan alto que hizo historia, pues es la primera mujer piloto y capitán de una aerolínea en Pakistan.
Ella se graduó como piloto a finales del 2007 y trabajó con las empresas Avianca y Volaris en el país hasta febrero del 2022, cuando, por efecto de la pandemia, que golpeó fuertemente al sector turístico, se quedó sin trabajo.
Eso la obligó a aplicar en aerolíneas de todo el mundo y el mercado asiático, que se ha convertido en una buena oportunidad para los ticos, le abrió las puertas de par en par.
Acevedo fue contratada por la empresa Air Sial en octubre del 2022, luego de un largo proceso de selección.
“Cuando vi la oportunidad en Pakistán jamás me imaginé que me iban a dar trabajo porque es un país musulmán sumamente machista, pero siempre apliqué y fui seleccionada”, explicó Kristel.
En estos tres meses ha pasado por un proceso de adaptación bastante duro, pues es una cultura muy distinta a la nuestra.
“De las cosas más duras que he vivido aquí son las restricciones, aquí no se puede consumir alcohol, se va al súper o a un restaurante y no hay a la venta. Uno acostumbrado a tomarse una copa de vino de vez en cuando en la cena, aquí del todo no puedo”, contó la joven vecina de Curridabat.
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Otro reto ha sido la vestimenta, porque no puede usar pantalones cortos, incluso, unos jeans que se ponga, u otra ropa ajustada al cuerpo, a ellos no les gusta.
También la comida fue otra dura prueba, pues asegura que se prepara con muchos condimentos y aceites, como la de la India, por lo que las primeras semanas pasó muy afectada del estómago, por lo pesada que le caía.
“Incluso el saludo, uno como latino está acostumbrado al afecto, los abrazos y besos y aquí jamás. El primer día que entré a la oficina, mis compañeros extendieron la mano para saludar a los jefes y yo también lo hice y me la dejaron en el aire. No como irrespeto hacia mí, sino porque aquí una mujer no saluda así. A todas esas cosillas me he tenido que ir acostumbrando”, recordó Kristel.
La costarricense dice que allá todas las áreas están separadas para hombres y mujeres y que tampoco hay gimnasios.
“En el hotel en el que vivo hay unas máquinas donde voy a entrenar con licras largas y camisas manga larga. Y en el aeropuerto, para entrar a los arcos de seguridad, también separan a los hombres y las mujeres.
“Como soy la primera mujer piloto que trabaja aquí, muchos se están adaptado a eso. Uno como capitán se tiene que comunicar con gente de muchos departamentos y los hombres aquí no están acostumbrados a que una mujer les dé órdenes y eso es parte de mi trabajo, pero he aprendido que si uno no tiene carácter y no se impone, se la comen viva”, narró Kristel.
Asegura que pese a todo ha sido una experiencia muy enriquecedora y está ganando mucha experiencia profesional, porque como hay montones de bases militares, también hay muchas restricciones aéreas, porque no se pueden sobrevolar y también hay un área nuclear que también hay que evitar a la hora de navegar.
Actualmente cubre vuelos internos dentro de Pakistán en Airbus 320, con capacidad para 180 pasajeros, y en dos semanas la empresa estaría abriendo vuelos a Dubai y Arabia Saudita, por lo que ella también comenzaría a cruzar fronteras muy pronto.
Vida social limitada
Por las restricciones de las que ya hablamos es que la vida social de esta tica es muy limitada, situación a la que no estaba acostumbrada, pues en Costa Rica era muy dada a compartir con su familia y amigos.
“Cuando estoy libre prefiero quedarme en el hotel para no exponerme. No he sentido peligro, aquí hay mucha seguridad, incluso cuando me vine pensé que era más peligroso, pero trato de ser prudente, por ser mujer y extranjera evito ir a la ciudad y tomar taxis, por lo que básicamente lo que hago es mantener mi actividad física y estudiando”, confesó.
En el hotel donde se hospeda hay muchos extranjeros, lo que facilita un poco más la convivencia, sobre todo con un compañero de trabajo de nacionalidad española con quien, además del idioma, comparte una cultura similar.
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Lo que del todo no puede usar es un bikini, si quiere disfrutar de la piscina debe enfundarse en un traje como los que se usan para surfear.
“Me tocó pasar Navidad y Fin de Año acá y no acostumbran celebrarlo por ser actividades occidentales que no existen acá. Me he mentalizado como si fuera una misión, algo que estoy sembrando para el futuro de mi carrera. Desgraciadamente cuando te toca venirte al extranjero, sé que el resto de mi carrera va a ser en Asia o en Estados Unidos”.
Familia de pilotos
Kristel siempre quiso volar, pues viene de una familia de pilotos: su padre Alfredo Acevedo trabajó 40 años para Lacsa y sus tíos Roberto y Eladio Acevedo, también lo son, por lo que desde pequeñita está acostumbrada a estar rodeada de aviones y a estar dentro de una cabina. Lo trae en las venas.
Karl Acevedo, su hermano, también había seguido los pasos de su padre, pero falleció en un accidente aéreo en agosto del 2000, cuando la avioneta de Sansa que piloteaba, se estrelló contra el Arenal.
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