Una pareja estadounidense se casó en Costa Rica en el 2016 y no tenían idea de que el unir sus vidas en Tiquicia les cambiaría la vida para siempre.
Kema Ward-Hopper y Nicholas Hopper, junto a su hija Aaralyn contaron a la cadena CNN en Español que decidieron formar una vida en la comunidad de Nicoya, la “zona azul” del país, una de las regiones del mundo donde la gente vive más y goza de mejor salud.
A Ward-Hopper le diagnosticaron cáncer de mama unos meses antes de su boda y aunque no se había sentido bien previo al viaje a Costa Rica para el gran día, esta conferencista notó un cambio en sus niveles de energía mientras celebró su boda.
“Esa sensación de bienestar, pensé que estaba mejorando. Pero, realmente, parecía que era ambiental, porque al cabo de una semana, volví a sentirme mal. Así que ese fue el primer indicador de que había algo especial en Costa Rica”, aseguró a la televisora.
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Antes de vivir en Guanacaste, la pareja residía en Houston, Texas. Sin embargo, un huracán de categoría 4 golpeó su casa en el 2017 y luego de buscar una nueva vivienda, decidieron construir una nueva en suelo centroamericano.
“Costa Rica acabó imponiéndose a los demás lugares de nuestra lista”, añade Ward-Hopper, explicando que les impresionó el sistema sanitario y educativo del país, así como la protección del medio ambiente (Costa Rica es el primer país tropical que ha invertido la deforestación).
“Desde que nos fuimos de luna de miel, sentimos que queríamos volver allí y sentirnos bien. Hay algo energético en estar en Costa Rica”, recalcó.
Pueblo Nuevo
En el 2018 la familia regresó a Pueblo Nuevo, un barrio situado en la península de Nicoya.
“Mi marido y yo vinimos primero y estuvimos aquí seis semanas sin mi hija”, dice Ward-Hopper, explicando que habían firmado un contrato de alquiler en una propiedad que un amigo les había encontrado. Fue como una segunda luna de miel”, comentó.
Según Ward-Hopper, Aaralyn se adaptó muy rápido y disfrutó de poder pasar tanto tiempo en la playa e ir a muchas caminatas.
“Mi marido y yo comentamos que pudo tener una infancia como la que tuvimos nosotros en los años 80 y 90. Poder salir fuera y jugar sin la vigilancia de tus padres”.
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Según dijeron a CNN Travel, una revista de la cadena de televisión, la familia también descubrió que se sentía con más energía, lo que Ward-Hopper atribuye al acceso a fruta fresca, verduras y alimentos integrales, así como a un aire más limpio.
“Los beneficios para la salud de la zona azul, creo, aparecen más tarde en la vida. Pero hemos notado que nos sentimos mejor cuando estamos aquí. Nuestra salud cardíaca y pulmonar parece ser mejor”, comentó.
En agosto de 2019, Ward-Hopper se enteró de que estaba embarazada de su segundo hijo, Nicolai, en el 2020.