Ashley Solano Torres es Santa Rosa de Turrialba y logró la segunda mejor nota en el examen de admisión de la Universidad de Costa Rica (UCR) 2024-2025. Está superfeliz porque pegó 794,9 puntos de 800 posibles.
Su alegría es doble, primero porque podrá entrar a la carrera que ella decida. Todavía está analizando si se va por microbiología o una ingeniería; segundo, porque esa nota tan alta le garantiza una beca. “Sin una beca posiblemente me toque trabajar en un call center porque sé inglés”, explica la turrialbeña, quien es del Liceo Experimental Bilingüe de Turrialba.
“Sin beca sería muy complicado para mí. Sé que mi mamá (doña Jessica Torres) haría hasta lo imposible, pero las cosas serían muy difíciles”, reconoce la estudiante quien también entiende que debe dejar Turrialba para irse a vivir a San José y eso significa, además, solicitar un espacio en las residencias universitarias de la UCR.
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“En casa se haría muy difícil poder pagar un lugar en San José para estudiar, eso significa que tendría que viajar desde Turrialba y la cantidad de dinero en pases también me complicarían”, reconoció.
Lograr una muy buena nota de admisión, por dicha, aliviarán la carga económica en el hogar y le permitirá a Ashley dedicarse 100% al estudio.
La turrialbeña no creía que había pegado el segundo mejor examen de admisión, sí sintió que le fue muy bien, pero no creyó que tan bien.
“Me emocioné mucho. Cuando me llamaron de la universidad creí que era una broma. Con esa nota se me abren muchas oportunidades por eso ahora tengo que analizar bien mi futuro. Sentía que la computación era lo definitivo, pero ahora como puedo entrar a cualquier carrera se me han metido las ingenierías, incluso microbiología”, asegura.
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Le encanta leer y siempre ha sido buena para los estudios. Matemáticas y químicas son las materias que más le gustan. No es mucho del fútbol, pero sí se reconoce como saprissista. También le fascinan los bailes típicos, por eso formó parte del grupo de baile folclórico del cole.
Cuando se preparaba para el examen pagó un curso en la misma UCR turrialbeña que duró 2 meses. Eso fue entre marzo y abril pasados. Está clara en que esa preparación le sirvió de mucho y también la que ella hizo por su lado buscando prácticas.
“Pensaba que estaba para ingeniería en computación, por eso luché por lograr al menos un 660 que fue el corte del año pasado. Yo no sé por qué, pero me llama la atención todo lo relacionado con la tecnología, y aunque he visto varias opciones esa es la que más me gusta”, dice, sin haberse definido todavía.
Otros cargas.
Hubo un estudiante que logró la nota perfecta, los 800 puntos, fue Andrés José Vega Valerio, del Colegio Yurusti, en Santo Domingo de Heredia.
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Otra que se llevó un premio a su perseverancia fue Rebeca López Brenes, quien este año logró 793,3 puntos, metiéndose dentro de los mejores promedios de admisión. La futura doctora explicó que es la segunda vez que realiza el examen, el año pasado no pudo ingresar a estudiar medicina en la UCR. Ahora sí le dio la nota.
“El que persevera, alcanza”, dice un refrán de nuestros abuelos y se le aplica muy bien a la exalumna del Colegio Británico.