EscucharCuando Rodrigo Chaves estaba en plena campaña electoral muchas veces le preguntaron cuál sería su eventual equipo de gobierno si llegaba a ser electo como mandatario y él dijo que tenía que ver a quienes llamaría para formar su gabinete.
Una vez que quedó electo, Chaves tomó su tiempo para escoger a sus ministros y viceministros y aseguró estar orgulloso del equipo que eligió. Argumentó que habían analizado a fondo cada candidato y que ningún nombramiento había sido por compromiso.
La presentación del gabinete la hizo en dos partes y rajó con el gran equipazo que había armado; sin embargo, ese grupo de jerarcas se ha ido desmoronando, ya que se han ido 38 de las personas que escogió, algunas porque él las despidió y otras porque renunciaron.
Las últimas dos renuncias se dieron el pasado jueves, se trata del viceministro académico del Ministerio de Educación Pública (MEP), Melvin Chaves, y del viceministro administrativo de Seguridad Pública, Agustín Barquero.
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El Informe del Estado de la Nación destacó entre sus hallazgos la alta rotación que tuvo la administración Chaves Robles en su primer año de gobierno.
Según indica el informe, durante esos 365 días no solo hubo muchas salidas de jerarcas sino que también es en la que los jerarcas salientes, en promedio, duraron menos tiempo en sus cargos.
“La rotación ministerial en el primer año del gobierno actual es alta, como lo ha sido la de las administraciones en época multipartidista. Además, si se consideran los puestos de viceministerios y presidencias ejecutivas, también nombradas por el presidente de la República, se trata de la rotación más alta en 17 años.
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“Cuando se calcula la cantidad de días que se mantuvieron en el cargo las personas que fueron reemplazadas, la administración Chaves sobresale por ser el gobierno en el que los jerarcas duran menos días en sus cargos, en promedio 183 días”, detalló el informe.
Y es que esos números no son nada buenos, ya que el mismo documento en el análisis advierte que “un gabinete inestable dificulta la conducción del gobierno” y que “entre mayor sea esa rotación, más difícil se torna la consecución de sus metas y objetivos”.
