El papá del proyecto de ley que ya se aprobó en primer debate (el pasado 15 de febrero) para crear la Agencia Espacial Costarricense (AEC), el doctor Adolfo Chaves Jiménez, nos dejó bien claro que sí urge la agencia porque mientras no exista, el país seguirá a años luz de distancia de los millones de dólares que se generan todos los días en el mercado galáctico.
Como ya la AEC quedó a una votación de convertirse en realidad, se vuelve importante entender sobre el tema y nadie mejor que el doc Chaves, quien es el coordinador del laboratorio de sistemas espaciales del Tecnológico de Costa Rica (TEC) y profe de la Escuela de Ingeniería en Electrónica del TEC.
-¿Para qué necesitamos los ticos una Agencia Espacial?
Para aprovechar oportunidades. A veces la gente cree que una agencia espacial en nuestro país es como comprarle una pantalla plana de 50 pulgadas a la casa de una familia muy pobre, pero no es así, hablamos de llegar a la casa donde hay un carpintero y regalarle un serrucho y un martillo nuevos, o sea, es justo las herramientas que necesita un potencial tan grande, humano, geográfico, climático y de infraestructura, que ya tiene el país.
-¿En verdad es tan necesaria?
Actualmente el país ya no puede competir por costos; antes las grandes empresas del mundo ponían sus fábricas acá, ahora se van para Vietnam, China e India, por ejemplo, porque es más barato producir ahí. La AEC es abrir puertas nuevas a un muy alto nivel para aprovechar nuestras capacidades como país.
-¿Entonces hablamos de que el espacio nos puede dejar platica?
Ya existe un grupo grande de compañías dedicadas al área aeroespacial y generan exportaciones que superan los cien millones de dólares al año. La idea es ser parte de ese equipo.
-¿Cómo podemos ganar dinero?
Una agencia espacial tica no es para lanzar cohetes y gastar millones, es para generar millones. No hablamos de gigantes como la NASA o la Agencia Europea o China, hablamos de por fin tener un ente capaz de mover las organizaciones públicas y privadas para trabajar de forma enfocada en el mercado espacial y atraer inversión al país.
-¿Un ejemplo?
Lo tenemos aquí, Ad Astra Rocket, la empresa de don Franklin Chang, ya lo hecho por don Franklin desde Guanacaste atrajo a la empresa estadounidense LeoLabs, porque él siempre imaginó a Guanacaste como un gran foco del desarrollo espacial mundial.
Ojalá que con la AEC podamos atraer a diez, quince y hasta veinte empresas espaciales del mundo para que trabajen en Guanacaste. Para alcanzar ese objetivo necesitamos crear el ambiente idóneo y las acciones de ese ambiente le tocan al Gobierno por medio de la AEC.
-Entonces, ¿la AEC se pagará solita y hasta dejará ganancias?
Necesita, como todo nuevo emprendimiento, de un aporte inicial, eso tendrá que salir por parte del Estado, pero todo está pensado para que sea solo ese único aporte, ya que después caminará sola con sus propios recursos.
-¿No está muy lejos en el espacio esa meta en Guanacaste?
Para nada, ya don Franklin lo demostró y lo logró. Es muy posible generar en la zona guanacasteca, eso por decir un ejemplo, porque podría ser en cualquier otra zona del país, un desarrollo de alto valor agregado. Guanacaste podría convertirse en el centro aeroespacial de Costa Rica y en uno de los más importantes de Latinoamérica.
¿Tomamos tarde la decisión o estamos a tiempo?
En este siglo el área espacial será tan importante como la marítima o la aérea. El mundo lleva más de 50 años de desarrollo y Costa Rica ya forma parte de organizaciones a nivel internacional en temas espaciales, pero no tiene una organización técnica que ejecute, entonces es solo formar parte, no somos parte del equipo, estamos, por así decirlo, en la banca, pero a tiempo de entrar a jugar.
-¿Por qué suena tan lejos lo de generar empleos espaciales?
Está mucho más cerca de lo que la gente cree. Ya, en estos momentos, hay agencias espaciales grandes que quieren trabajar con Costa Rica por su ubicación geográfica, su riqueza biológica, su clima, entre otras cosas. Desean hacer experimentos y es ahí donde podemos dejar de verlos y comenzar a ser parte de los equipos con nuestros profesionales que desde hace muchos años han demostrado que están capacitados.
-¿En qué más podría beneficiar?
En el crecimiento educacional. En estos momentos la NASA tiene becas para estudiantes y profesionales, pero no las podemos tramitar porque no hay una organización en el país que pueda firmar los convenios necesarios y por eso las aprovechan en México o Brasil, que sí tienen su agencia espacial.
-¿La AEC es como ese comenzar a jugar en equipo con el mundo en el tema espacial?
Es como cuando usted tiene tres amigos que son carpinteros y usted también es carpintero y quiere trabajar con ellos, pero resulta que usted no tiene martillo ni serrucho, lo único que puede hacer es verlos, pues bien, la AEC es ese martillo y serrucho que necesitamos para, ahora sí, trabajar con esos amigos.
-¿Después del espacio qué sigue?
No hay techo, ¿por qué no una agencia de inteligencia artificial?, ¿por qué no una de mecánica cuántica? Los países desarrollados no comienzan a invertir cuando tienen todos sus problemas resueltos, avanzan y de camino resuelven, pero no dejan de avanzar. La AEC es la creación de una caña de pescar para que todos los científicos del país la puedan usar.