Desde hace siete años, los amantes de la música salsa encuentran en el centro de San José un espacio en el que se dejan seducir por el sonido de los timbales y las trompetas, con lo que liberan estrés en la pista de baile.
Colectivo Manteca es una agrupación cultural, que nació en el 2014, para chinear a quienes disfrutan de la música latina, a través de presentaciones en vivo, clases de baile y sesiones informativas, así buscan que este género musical viva en las nuevas generaciones.
Este grupo está conformado por 10 personas, entre músicos, DJ’s y profesoras de baile. Un año después de la fundación de la agrupación, en el 2018, se crearon los llamados “Jueves de salsa”, en donde gente de todas las edades tiene una cita con los mejores éxitos y, hasta la fecha, cada semana logran reunir a decenas de bailarines, para disfrutar de una experiencia sin precedentes.
La casa cultural Amón Solar, en barrio Amón, fue el epicentro del “Jueves de salsa” del 22 de agosto anterior. La cita era a partir de las 9 de la noche. Allí, el salón queda a oscuras y los bailarines le dan rienda suelta al movimiento.
El Gran Combo de Puerto Rico, Cheo Feliciano y Cali Flow Latino formaba parte del repertorio de esa noche. Además, Nay Yrigoyen, una de las profesoras de baile, logró sacarles chispas a los fiebres, todos se dejaban guiar por sus pasos y la circulación de la sangre se aceleraba con cada vuelta, cada paso básico, cada expresión.
“Me siento bien”
Julio, un ingeniero informático de 34 años, llegó a Chepe centro desde Santa Ana para deleitarse con las mezclas del DJ José Salazar, un coleccionista de vinilos de música salsa.
Este joven descubrió los “Jueves de salsa” gracias a unos amigos y su amor por el baile lo motiva para participar de esta actividad, al menos un jueves al mes.
“Es una experiencia interesante, me gusta bailar salsa y gracias a eso he conocido gente y escucho buena música. La verdad es que ahora en Costa Rica casi no hay lugares en donde se pueda disfrutar de espacios para los amantes de la música latina.
“Me gusta el ambiente, sentir la música y he acompañado al colectivo a diferentes lugares en donde está, me siento bien”, aseguró.
Roger Madrigal es el director y fundador del colectivo y es uno de los músicos de la agrupación. Este fiebre de la música recordó que estudió en el Conservatorio Castella y junto a un grupo de amigos comenzaron a trabajar con otras orquestas y luego decidieron darle vida a “Colectivo Manteca”.
“Lo que queríamos era integrar una orquesta de salsa con coleccionistas de vinilo, academias de baile, para los fiebres de salsa, crear espacios que tuvieran de todo un poco y, además, que haya un componente cultural, que no solo se vaya a bailar, es que lleven información a la casa.
“Además, nos gusta mostrar música con alto valor, con gran sabor. Nacimos en Amón Solar, pero hemos ido a otros lugares, en donde nos dan pelota con esta locura y, al inicio, llegaban si acaso 15 personas y a veces tenemos más de 100 en una noche”, destacó.
“Y todo comenzó....”
Hazel Monge encontró en esa actividad no solo la forma de disfrutar la música, sino que en este espacio halló al amor de su vida.
Monge es vecina de Curridabat, llegaba a bailar con una amiga y gracias a la salsa conoció a Ronald Díaz, su novio y prometido.
Siga la pista. A Colectivo Manteca lo pueden encontrar en Instagram y si desean información de las actividades puede contactarlos al 6098-7023.
“El 14 de setiembre vamos a cumplir un año de jalar y nos casaremos a final de año. Yo venía con una amiga, nos gusta porque se está en un ambiente sano y Ronald me sacaba a bailar y entre baile y baile nos enamoramos.
“Fue un flechazo y poco a poco fui conociendo la clase de persona que es, tengo de novio a un maravilloso ser humano y la verdad es que baila demasiado bien, eso me encanta de él”, dijo Hazel.
Por su parte, Ronald contó que asiste a los “Jueves de salsa” desde hace dos años y sigue al colectivo a donde quiera que vayan. Ha ido a El Balcón, en Zapote, y al antiguo centro cultural Key Largo.
“Me encanta bailar, me desconecto del trajín diario, ya uno hace amigos y además puedo compartir con mi enamorada. Además, nos hacen un recorrido por éxitos culturales, aprendemos de los artistas.
“Compartimos la misma pasión, yo le agradezco a Dios por conocer a una mujer tan especial y como dice la canción ‘Y todo comenzó bailando’”, expresó enamorado.
Comunidad
Madrigal contó que decidieron dedicarse a ese tipo de música para crear un pequeño refugio para los salseros, para darles un lugar a quienes no tenían en dónde escuchar música.
“Nosotros también tocamos música original e interpretamos composiciones costarricenses, estamos en el rescate de la salsa tica, que muchas veces pasa desapercibida.
“La verdad es que esta ha sido una experiencia superlinda, porque hemos visto cómo en 7 años se ha creado una comunidad, se genera un sentido de pertenencia y nos gusta crear estas experiencias para la gente”, expresó.