EscucharMontserrat Zúñiga tiene 11 años y el viernes 3 de julio la encontramos concentrada en lo que explicaba el guía turístico Alejandro Calderón en el monumento nacional Guayabo, en Turrialba.
Alejandro hablaba sobre la cultura indígena tan adelantada que vivió en esa parte de nuestro territorio.
El gran interés de la niña era lógico. En quinto grado están viendo la historia precolombina de Costa Rica y de América, entonces sus papás, don Luis Zúñiga y doña Carolina Chacón, decidieron ir en familia (también fue Camila, la menor, de 7 años) a disfrutar las bellezas de Turrialba y para que Montserrat aprendiera directamente en el terreno.
“Nos dimos cuenta de que a Monse le dio mucha curiosidad nuestra historia precolombina y al conocer nosotros Guayabo desde hace más de diez años nos decidimos a venir. Es un viaje de un solo día, pero volveremos para acampar porque Turrialba es precioso”, dijo don Luis.
Aprendizaje completo
El monumento nacional Guayabo es un sitio que todo costarricense debería conocer.
“Las investigaciones han revelado que estuvo ocupado desde el año mil antes de Cristo hasta el 1400 después de Cristo. El mayor desarrollo del cacicazgo se produjo hacia el año 800 después de Cristo, época en la que se obtuvieron las estructuras de piedra que se observan hoy”, explicó Alejandro.
Las calzadas, el acueducto y los montículos sorprenden a los visitantes.
Toda la familia, que es de Tres Ríos, estaba encantada.
“Teníamos cuatro meses encerrados en la casa y apenas nos dimos cuenta de que el monumento estaba abierto nos vinimos. Estamos disfrutando demasiado la naturaleza y la historia, ya nos hacía falta el desestrés; además, la entrada nos costó mil colones por persona, demasiado barata para todo lo que se disfruta y aprende.
“Nos decidimos a venir también porque Turrialba no tiene un solo caso activo de Covid-19. Al llegar al cantón nos tranquilizamos por el respeto a los protocolos de higiene, visitamos el monumento con caretas, bien desinfectados y siempre respetaron el distanciamiento social de nuestra burbuja”, dijo doña Carolina.
A la familia la dejamos en Guayabo para seguir nuestro recorrido y conocer más de esta linda tierra, que ofrece, como verán, un menú muy completo.
Cafetal mamulón
Además de lo que se puede aprender sobre nuestros indígenas en Turrialba, el cantón ofrece una gran variedad de actividades para pasarla puras tejas a menos de dos horas de San José y bien vigilados por el volcán.
Todo en Turrialba huele a campo y a amigos. Allí puede hacer un recorrido por la cafetalera Aquiares, el cafetal más grande de Costa Rica en un solo bloque. Hablamos de 924 hectáreas de terreno de las cuales el 80% produce a cachete y el 20% está dedicado a la conservación.
Allí aprenderá sobre el proceso para hacer un café con miel que sabe a puritico cielo y además tienen un tour a caballo por los cafetales.
Por cierto, la cafetalera Aquiares necesitará más de mil cogedores a partir de agosto, si le interesa puede llamar al 2556-0011.
Buen ejercicio
Explica el guía turístico Dave Mata, de la empresa Explornatura, que para los amantes del ejercicio Turrialba ofrece la posibilidad de hacer rafting en el río Pacuare, catalogado uno de los diez mejores del planeta para la práctica de este deporte, al igual que el Pejibaye.
Con una caminata entre Los Sanjuanes y Florencia, pasando por una trepada durísima que se llama “Gracias a Dios”, pueden imaginar por qué, se disfruta entre cañales y aire puro. En unos puntos del trayecto se puede apreciar el embalse de la represa Angostura.
Todos los trayectos en la propiedad se pueden hacer en bici y hay incluso opción de hacer barranquismo.
Si quiere que le preparen un buen recorrido por Turri puede llamar a la gente de Explornatura, al 2556-2070.
Va a pasarla supertuanis si se apunta. Ya lo verá.
Aves y naturaleza
Pocas palabras pueden describir lo que se aprende y se disfruta en el Jardín Botánico del CATIE (Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza), un lugar de estudio.
José Coto, el administrador del jardín, explica que cuentan con una estación de café, cacao y mucha biodiversidad.
Hay un mariposario a cielo abierto, estación de leche, banco de germoplasma de plantas en donde se conserva a -18 grados Celsius la genética de las plantas consideradas de beneficio para la humanidad.
En el campus del CATIE se pueden hacer recorridos en bicicleta y el muy perseguido recorrido de aves.
En el CATIE hay un lago rodeado de árboles en los cuales anidan más de 300 especies locales o migratorias. Llegan muchas acuáticas que dan todo un espectáculo natural que encanta a los visitantes.
Ya el CATIE alistó un nuevo recorrido, es nocturno y especial para ver ranas, hongos y raíces fluorescentes en la oscuridad, así como murciélagos, lechuzas y culebras. Para más información se puede llamar al 2556-2700.
Quédese descansando
Turrialba es una tierra con bellezas hacia donde se vea. Es bueno buscar la forma de hospedarse en el cantón para conocer la mayor cantidad.
Hay opciones variadas, desde acampar en el monumento nacional Guayabo hasta quedarse en hoteles como el Villa-Florencia, que tiene piscina, cafetal, atención personalizada
Ofrece recorridos a caballo y en cuadraciclo, entre otras diversiones. Para reservar puede llamar al 2557 3536.
También está el hotel boutique Casa Turire, que funciona en una lindísima casa colonial costarricense en medio de más de 20 hectáreas de terreno. Es un lugar mágico con granja y recorridos a caballo. Tiene piscina, senderos para recorrer a pie, en bicicleta y en cuadraciclo. Se puede reservar al 2531-1111.
Desestrés seguro
Conversamos con Ida Herrera, presidenta de la Cámara de Turismo de Turrialba, quien nos recuerda que el cantón es una zona especial para disfrutar en un ambiente sano y libre de coronavirus.
“Un valor agregado para quienes nos visiten es el trato del turrialbeño, gente de campo que siempre se esmera porque los turistas disfruten al máximo ya que el objetivo es que quien nos visita regrese al confirmar la mezcla ideal de naturaleza, gente noble y servicial y precios muy accesibles.
“En Turrialba el hospedaje anda entre los 20 mil y 90 mil colones por noche, eso habla de la variedad de opciones. Se camina, se hace ciclismo de montaña, kayaquismo, se visitan cafetales, queserías, lecherías, se observan cientos de animales. La topografía es perfecta para un disfrute pleno de familias, deportistas y amantes de la naturaleza”, explicó doña Ida.
Turrialba es hoy por hoy un lugar perfecto para botar estrés y regresar a casa como nuevos.
La presidenta de la Cámara turrialbeña habló de opciones de hospedaje como el hotel Turrialba Bed and Breakfast (2556-6651), el Wagelia Espino Blanco (2556-1566), el Guayabo Lodge (2538-8400), Montaña del Pacuare (8483-6060), el Refugio de Vida Silvestre La Marta (2542-0350) y el Rancho Naturalista (8704-3217).
Están funcionando al 50% de capacidad con estrictos protocolos de higiene durante toda la semana.
