Un emprendimiento 100% costarricense le está apostando a vender enlatado lo más tradicional de la cuchara tica.
Cuando les decimos que es lo más tradicional, no le mentimos, hablamos de comprar enlatado, así como se compra un atún o una sardina, nuestro amado gallopinto, el arroz con siempre (arroz con pollo), el chifrijo y hasta picadillos de papa con carne molina y con chorizo.
El negocio nació en la puritica pandemia y ha caminado bastante bien, eso sí, no sin antes pasar por una especie de calvario por un tema que a muchos les podría parecer simple o que no es importante, la etiqueta del producto. Pero eso se los contamos más adelantico.
Les contamos, el emprendimiento se llama Zomera Foods y es de Gabriel y Jaime Mesalles, y Enrique Ramírez, quienes sintieron la necesidad de emprender en algún negocio durante el 2021.
“Un día de pura casualidad estábamos pensando en que qué bueno comerse un chifrijo, pero coincidíamos que era complicado hacerlo en casa o bien ir a un restaurante o estar en un evento donde lo estén dando.
“Fue así como comenzamos a analizar la idea de cómo llevarle a la gente un chifrijo empacado de alguna manera, que se lo pudieran llevar en un buen empaque. Pensamos en varias formas de empacarlo y al final la que nos sonó más idóneo era la lata”, explicó Mesalles.
Ya con la idea clara y la forma de empacarlo también, comenzaron, sin saber nada de nada del tema, a buscar gente que sí supiera todo lo que tiene que ver con la preparación y el empaque. Lo primero que necesitaban eran unas muestras y así fue como dieron con la gente de Conservas del Valle.
Ya con lo del chifrijo definido, ahora venía la etapa de muestras para lograr no un chifrijo sino el chifrijo, o sea, que quedara el asunto sabroso y con la sazón de la cuchara costarricense como bandera. Llegaron los días de prueba y error hasta que lograron el chifrijo justo como lo querían: sabroso por los cuatro costados.
“Es importante aclararle a la gente que es una base de chifrijo, tiene arroz, frijoles y el chicharrón, no tiene chimichurri ni aguacate porque son dos ingredientes que cuesta mucho llegarle a una conservación ideal.
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“De la mano con las pruebas del chifrijo nos pusimos a pensar qué otras comidas típicas costarricenses podrían enlatarse con un muy buen sabor casero y así fue como también hicieron pruebas del picadillo de papa con chorizo y el arroz con pollo. Todavía no le llegábamos al chifrijo sabroso y al mismo tiempo buscábamos el punto de esos otros dos platillos”, recordó el emprendedor.
Llegarle al punto
Uno de los problemas que enfrentaron estos pulseadores fue con el tema de... Hacen arroz con pollo y gallopinto, pero ¿cómo?, porque a la gente le gustan esos platillos de formas muy diferentes, por ejemplo, a muchos les gusta el pinto sequito, a otros bien mojadito, a los de allá tostadito y a los de acá con pocos frijoles.
“Entendimos que debíamos hacer platos muy neutrales, o sea, que se pudiera complacer casi que a todo el mundo. Costó mucho llegar al gallopinto ideal, al chifrijo ideal, porque vimos que un frijol muy grande se rompe rápido y pierde presencia el platillo enlatado.
“El caldo en la lata fue otro factor que tuvimos que controlar para evitar que el arroz se apelote y entonces no se logre el objetivo cuando la persona abre la lata. Todo estuvo muy calculado, por eso fue que duramos como un año entre que nació la idea, se hicieron pruebas y se logró llevar el producto al supermercado.
Pequeño gran detalle
Es muy dado por los emprendedores creer que cuando ya tienen el producto, la tienen toda y olvidan pequeños grandes detalles como la etiqueta.
Los amigos de Zomera Foods, lo vivieron en carne propia.
“Hemos pasado por dos cambios de etiqueta. La actual es la tercera etiqueta que tenemos. Empezamos con una etiqueta que diseñó un amigo y nos encantó, tal vez porque estábamos cegados porque era nuestro nuevo proyecto y ningún chiquito es feo y la aceptamos de un solo.
Con las primeras etiquetas todos los productos eran de diferente color, llegó la segunda etiqueta y todos los productos eran rojos y eso fue otro fallo porque descontrolaron a la gente, no sabían qué era qué y como en estos temas se tienen como dos segundos para atrapar al consumidor, no lo estaban logrando.
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“Llegó la tercera etiqueta a partir de febrero. Incluso sirvió para que un nuevo producto, gallopinto, naciera, ya con la nueva etiqueta que tiene un color diferente para cada producto y está inspirada en las carretas típicas costarricenses.
“Con esta nueva etiqueta las ventas se han disparado positivamente, en verdad que vimos la gran diferencia en ventas con la nueva etiqueta, nos decimos que hasta que al fin lo logramos”, reconoce Ramírez.
Todos los productos son libres de gluten y no tienen colorantes ni preservantes. Los precios van desde un rojo que vale el gallopinto hasta los 2.500 colones de los picadillos.
Ahí se las dejamos picando dentro del área con estos platillos ticos enlatados, nosotros los probamos y nos encantaron todos.
Los encuentra en los supermercados Saretto, Peri, Súper Compro, Súper Víquez, UberEats y Pedidos Ya. Están cocinando la posibilidad de enlatar garbanzos con pollo y rice and beans.